3 herramientas para desarrollar pensamiento creativo en el emprendedor
Hoy vamos a conversar sobre una capacidad del emprendedor que abre muchísimas oportunidades y que hoy más que nunca en las difíciles circunstancias que atravesamos globalmente se hace indispensable desarrollar: La creatividad. Y vamos a aprender 3 herramientas que te permitirán desarrollar el pensamiento creativo.
“La creatividad requiere el coraje de dejar ir las certezas”
Erick Fromm
¿Qué es la creatividad?
La Real Academia Española define “Creatividad” como:
“Facultad de crear” o “Capacidad de creación”
Creatividad se asocia más fácilmente de manera intuitiva a actividades artísticas. Sin embargo, es una habilidad que aplica a todas las áreas de nuestra vida, tanto la vida personal como la vida profesional y en particular a la vida del emprendedor.
Ser creativo en tu emprendimiento no implica solamente encontrar un producto o servicio novedoso. Implica desarrollar nuevas formas de promoverlo y venderlo, nuevas formas de acercarte a tus clientes, nuevas formas de producirlo para que sea mejor y más eficiente. Ser creativo en tu emprendimiento implica todo esfuerzo por innovar y hacer algo diferente a lo que hace tu competencia, para beneficio de tus clientes y de tu propio negocio.
El pensamiento creativo no siempre fluye de forma natural. De hecho, muchas veces la educación que hemos recibido o los hábitos que hemos desarrollado nos dificultan la posibilidad de pensar “fuera de la caja”. La buena noticia, sin embargo, es que es posible ejercitarlo y desarrollarlo, como cualquier otra habilidad. Y hoy quiero compartirte algunas herramientas que te pueden ayudar a pensar de una forma más creativa.
3 herramientas para desarrollar tu pensamiento creativo
1. Almacén de ideas
Acostúmbrate a tener un espacio en el cual anotar cualquier idea que se te ocurra relacionada con tu negocio. Trata de que sea algo que sea fácil de tener contigo la mayor parte del tiempo. Puede ser un registro físico en un cuaderno o libreta que tengas especialmente dedicado para ello, o un registro digital en tu computadora o en tu celular. Algo tan sencillo como una aplicación de notas o listas en tu celular te puede servir. Nuestra mente no descansa y las ideas se nos atraviesan en cualquier momento. A veces, cuando llegamos a nuestra oficina o espacio de trabajo y tenemos posibilidad de anotarlo ya lo hemos olvidado. Por eso, personalmente me gusta la idea de un registro digital en el celular (que siempre cargamos con nosotros) o, si prefieres las notas físicas, un cuaderno o libreta de bolsillo.
Cuando tengas esa idea que en el momento luce genial, no la deseches ni la postergues, saca tu almacén y anótala. No la cuestiones ni la juzgues. Tampoco la desarrolles en el momento. Sólo toma un momento para anotarla. Una vez a la semana, realiza inventario de tu almacén. Acostúmbrate a tener un espacio fijo para revisar todas las ideas que anotaste y analizarlas una a una. Si alguna destaca o resuelve un problema que tienes al momento, concéntrate en esa idea. Las demás, guárdalas en el almacén, tal vez en algún momento te serán de utilidad. La idea no es que sea una tarea que te tome mucho tiempo. Tu revisión del inventario del almacén de ideas puede ser una actividad de media hora a una hora semanal. Lo importante es que reserves y agendes ese tiempo, para que efectivamente realices la tarea.
2. La hora de la tormenta creativa
Ya con seguridad conoces el concepto de la “tormenta de ideas”. Implica tomar un tiempo para listar, sin evaluar, todas las ideas que te vengan a la mente al pensar en un problema o situación. Las vas anotado una a una, en el orden en que salgan. Una vez tengas tu lista, organizas y analizas las ideas. Pues bien, para que puedas hacer de esta herramienta un hábito que te ayude a desarrollar un pensamiento creativo es necesario que lo hagas con regularidad, hasta que se instaure de forma automática.
Para ello, te sugiero que apartes una hora semanal para realizar un ejercicio de tormenta de ideas sobre algún problema o situación que te ocupe en el momento. Si no tienes un problema en específico, puedes hacer una tormenta de ideas buscando nuevas oportunidades. Lo importante es que lo planifiques en tu agenda y te acostumbres a realizar el ejercicio. Hazlo en un sitio reservado, en un momento sin interrupciones.
Una buena idea es unir esta herramienta con la del punto anterior (almacén de ideas) de manera que hagas los dos ejercicios semanales uno a continuación del otro. Puedes iniciar con la revisión semanal del inventario de tu almacén de ideas y continuar con una tormenta de ideas relacionada con el problema o situación que más te ocupe en el momento, o la idea de tu almacén que veas con mayor potencial inmediato.
3. El compañero de la ruta creativa
Conversar las ideas nuevas y discutirlas con alguien de confianza es una forma maravillosa de incentivar mutuamente el pensamiento creativo y enriquecer los puntos de vista. Por supuesto, siempre es bueno discutir problemas y soluciones antes de implementarlas. Pero en este momento, una vez más, me refiero a la constancia del hábito. Busca alguien que tenga el mismo interés que tú en desarrollar su pensamiento creativo y planifiquen reuniones regulares para discutir, conversar y analizar sus nuevas ideas.
La frecuencia y lugar la definen a su agrado. ¿Una copa de vino quincenal? ¿Un café mensual? ¿Una reunión de oficina semanal? ¿Una sesión de Zoom?. No hay restricciones. Las únicas tres reglas que debes seguir son: 1) Regularidad: si se acuerda quincenal, planifiquen y cumplan quincenal, 2) Enfoque: no inviertan el tiempo conversando sobre otros temas, enfóquense en la discusión de las nuevas ideas y 3) No interrupciones: busquen un momento y lugar donde puedan dedicar el tiempo que requieran sin interrupciones de otras personas u otros eventos. No es necesario que provenga de tu misma área de negocio. De hecho, a veces es productivo discutir ideas con personas ajenas al área, que pueden dar una visión diferente.
Regularidad y consistencia
Como ves, los tres ejercicios que te propongo no son cosas nuevas. Con seguridad lo haces o lo hiciste alguna vez en el pasado. La diferencia de mi consejo en el día de hoy radica en el énfasis en la regularidad y la consistencia.
La única forma de instaurar un hábito es a través de la repetición regular. Si quieres desarrollar tu habilidad de pensamiento creativo, debes ejercitarlo.
Cuando ejercitas con los músculos de tu cuerpo, debes ser constante. Si los ejercitas de forma irregular y sin consistencia te es difícil ver resultados. De la misma forma, si hacer tormentas creativas de vez en cuando, o discutes tus nuevas ideas cuando por casualidad ves a tu compañero, el efecto positivo no es el mismo. Puede ayudarte en un momento específico, pero no contribuye a desarrollar tu pensamiento creativo como una constante en tu forma de enfrentar los problemas y las situaciones de tu emprendimiento.
Implica un esfuerzo. Lo sé. Todo entrenamiento es así.
Sin embargo, el resultado y el impacto positivo en el desarrollo de tu emprendimiento te mostrará que vale la pena hacerlo.
Pequeños hábitos diarios que te pueden ayudar a pensar más creativamente
Además de seguir un entrenamiento con los 3 ejercicios que te he descrito, puedes asumir diariamente pqeueños retos que te ayudarán:
- Cada vez que te enfrentes a un problema, oblígate a pensar en al menos tres soluciones antes de tomar la decisión final.
- Cambia tu rutina. No hagas siempre lo mismo. La rutina es buena y te da estructura, pero al mismo tiempo puede convertirse en enemigo de la creatividad y la innovación. Trata de mantener un balance entre actividades rutinarias de organización que te den estructura, y actividades nuevas y diferentes que te abran oportunidades y te den visiones nuevas.
- Cuestiona lo más que puedas. No te conformes con explicaciones incompletas, con razonamientos no sustentados. Cada vez que analices un punto trata de preguntarte al menos 5 veces ¿Por qué?, llevando siempre la explicación un nivel más profundo que el anterior.
- Investiga, habla, conversa, pregunta. Acostúmbrate a estar siempre con las antenas puestas. No desperdicies oportunidad alguna de conversar con clientes, proveedores, colaboradores. Pregunta, pide opiniones, escucha. Y cuando te sugieran puntos que constituyan temas nuevos para ti, investiga, lee y edúcate.
El miedo, el mayor enemigo de la creatividad
Generalmente, la principal resistencia ante las ideas nuevas, que nos hace rechazarlas, es el miedo al cambio. La resistencia al cambio es terrible y nos impide avanzar en la vida en general y en nuestros emprendimientos.
La frase de Erick Fromm con que inicio este artículo nos recuerda que para ser creativos debemos tener el valor de dejar ir las convicciones que tenemos como ciertas. Si tenemos miedo de dejar ir lo viejo, no podemos hacer espacio para lo nuevo.
No permitas que el miedo dirija tus decisiones. Abre camino a la oportunidad de hacer las cosas diferentes. Puedes leer un artículo anterior acerca de decidir desde la oportunidad y no desde el miedo en este enlace: Tomando decisiones y abriendo puertas desde la oportunidad y no desde el miedo
La actitud adecuada para desarrollar el pensamiento creativo
Para poder desarrollar nuestro pensamiento creativo, debemos mantener una actitud positiva, abierta, receptiva, con confianza y libre de juicios y prejuicios.
Solo con estos valores por delante podemos ejercitarnos adecuadamente y lograr que el pensamiento creativo se constituya en nuestro hábito del día a día.
Foto de Depositphotos
Excelente artículo … muy útil, sobre todo en esta época en donde todo cambia a velocidades pasmosas….
Lo voy a poner en práctica lo antes posible ..
Gracias Celia por tanta contribución a nuestro crecimiento
Gracias Edgar. Espero te de resultados positivos. Un abrazo