Gratitud: Un hábito que ayuda a mejorar la productividad
Aprovechando que justamente hoy que toca publicar este artículo es día de Acción de Gracias en los Estados Unidos, también celebrado en muchos otros países, he decidido escribir hoy sobre el tema de la Gratitud y cómo ayuda a mejorar la productividad.
«La gratitud le da sentido al pasado, trae paz al presente y crea una visión para el futuro»
Melody Beattie
Aunque las fechas de celebración cambian de un país a otro, así como la “excusa” original para dar especiales gracias en ese día en particular, el objetivo es el mismo: Dedicar un día al agradecimiento consciente.
Y ya que este blog está dedicado a microemprendimientos, he querido compartirles información sobre la relación que existe entre el hábito de la gratitud y la productividad en el trabajo. Como de costumbre, he revisado diversas fuentes, y he aprendido un montón escribiendo este artículo de hoy.
Efectivamente, existen relaciones comprobadas entre el ejercicio de un hábito constante de ser agradecido y un impacto positivo sobre los niveles de productividad y el logro de metas y objetivos. Es claro que la gratitud ayuda a mejorar productividad.
La gratitud se define como un estado emocional y mental en el que sentimos y mostramos aprecio por algún beneficio recibido que proviene de entes externos a nosotros mismos, un beneficio o favor que nos ha sido concedido.
Es una respuesta de apreciación, la emoción de expresar aprecio por lo que uno tiene.
Lo interesante de esta respuesta, mental y emocional, es que no depende de las circunstancias o bendiciones que recibas, sino de tu elección personal de mostrarte agradecido por ello. De esta forma, se puede practicar gratitud en circunstancias buenas y en circunstancias malas, ya que aún en las peores condiciones siempre habrá un elemento en particular, por mínimo que sea, por el que dar las gracias.
Se ha encontrado que la gratitud correlaciona positivamente con la salud mental y la satisfacción general en cuanto al estado de ánimo. La gente agradecida experimenta más alegría, amor y entusiasmo.
Cuando eres agradecido te enfocas más en lo bueno que en lo malo. Te enfocas en la abundancia y no en la carencia.
¿Por qué el hábito de la gratitud tiene efectos positivos en la salud?
Se ha demostrado científicamente que la práctica de la gratitud incrementa la secreción de dopamina. La dopamina es un neurotransmisor del sistema nervioso que incrementa la energía, regula el sueño y la atención, interviene en funciones como la memoria y la solución de problemas y regula el humor.
De esta forma, al incrementarse los niveles de dopamina, nuestro estado de alerta mejora, al igual que calidad del sueño. En consecuencia, mejora nuestro sistema inmunológico y se reducen los niveles de estrés y ansiedad en el organismo. Es un tema de la neuroquímica de nuestro cerebro.
¿Ya comienzas a ver por qué efectivamente el hábito de la gratitud ayuda a mejorar la productividad y el éxito de tu emprendimiento?
Si tu nivel de dopamina se incrementa y tienes mejor respuesta, más positiva, a los retos y exigencias del día a día, tienes mejor capacidad para centrar tu atención. En consecuencia, te enfocas mejor en la consecución de tus objetivos.
Al mismo tiempo, si te sientes mejor y más satisfecho, tu estado anímico general mejora. Eso conduce a trabajar con mayor entusiasmo y se convierte en un ciclo continuo.
Al igual que la depresión y la ansiedad te pueden conducir a un ciclo negativo que puede llegar a hundirte, el agradecimiento y la alegría te pueden conducir a un ciclo positivo que te ayuda en tu camino al éxito.
El hábito de la gratitud, además, nos hace más resilientes. Porque, al obligarnos a enfocarnos en lo positivo y en las oportunidades, más que en lo negativo y en los fracasos, nos da mayor fortaleza para enfrentar los obstáculos, levantarnos y comenzar de nuevo, si muestro intento de consecución de metas ha fallado.
No siempre es fácil recordarse de ser agradecido. Por eso es útil utilizar ayudas. La gratitud es un hábito que requiere práctica.
El día de Acción de Gracias es un comienzo, un día para practicar este hábito. Pero para recibir los beneficios a largo plazo del hábito de la gratitud debes practicarlo de forma regular.
Te recopilo a continuación un conjunto de ideas que te pueden ayudar a instaurar este hábito de la gratitud entre tus hábitos diarios.
Cualquiera de ellos que decidas asumir de forma regular, se basan fundamentalmente en dos elementos básicos que componen el hábito:
- Reconocer lo bueno que tienes
- Reconocer que la fuente de eso bueno está fuera de ti
¿Cómo cultivar la gratitud?
- Ejerce la atención plena (mindfulness). Presta atención contante a las experiencias de tu día a día. Nunca des por sentado las bendiciones y las cosas que tienes y lo bueno que te ocurre. Aunque sean trivialidades y rutinas, toma conciencia de ellas.
- Escribe listas de gratitud. Este hábito es recomendado por varias de las fuentes consultadas ya que te obliga a establecer una rutina alrededor de la gratitud. Se trata de proponerte escribir diariamente una breve lista de las cosas por las que estás agradecido ese día en particular. Cosas que te pasaron, personas que estuvieron a tu alrededor, cosas que viste, negocios que lograste, metas que alcanzaste, pasos que enderezaste, cualquier cosa que sea positiva. Al tener la rutina de escribirlas, te obligas a pensar en ellas y hacerlas presentes. Puedes hacerlo en un cuaderno, en un documento digital, en un App o una nota en tu teléfono. Lo importante es que sea regular y te fuerces a la acción específica de listarlo, no solo pensar en ello.
- Ponte recordatorios de gratitud a lo largo del día. SI el ritmo del día nos lleva por delante, una forma de recordarnos de tener momentos de gratitud es colocarnos alarmas a ciertas horas en nuestro celular o reloj. Cuando la alarma suena, debemos encontrar algo por lo cual estar agradecido en ese preciso momento. Si estamos en medio de una reunión, podemos dar mentalmente las gracias por la oportunidad que esa reunión presenta, o aprovechar para dar verbalmente las gracias a alguna persona que está con nosotros. Cuando comemos, podemos dar gracias por tener alimento. Al trabajar en un proyecto, podemos dar gracias por tener ese contrato, si estamos con nuestra familia, podemos dar gracias por ese rato que disfrutamos con ellos. No es algo planificado. Simplemente, cuando te suena la alarma, toma conciencia del momento y encuentra algo que agradecer. Y literalmente, agradece por ello, bien sea con una nota, con un pensamiento o con una frase hacia otro.
- Envía notas de agradecimiento. Hoy en día la facilidad de las comunicaciones nos permite hacerlo de muchas formas en pocos minutos. Desde enviar un email, hasta una nota de voz o un mensaje de WhatsApp, hay muchas maneras informales de dar las gracias sin que nos tome mucho tiempo y esfuerzo. Este hábito tiene la gran virtud de tener doble beneficio, ya que no solamente te hace sentir bien a ti por manifestar la gratitud, sino que hace sentir bien a quien lo recibe, multiplicando su efecto.
- Haz el propósito real y “oficial” de reducir tus quejas. Oblígate a “no quejarte” por un día entero y verás que te resulta más fácil al final del día hacer un recuento de las cosas por las cuales estar agradecido.
- Ora. Si eres devoto de alguna religión, el momento de la oración puede ser la oportunidad diaria para recopilar tus agradecimientos, tomar consciencia de ellos y elevarlos a cualquiera sea la figura que recibe tu mensaje de fe.
Personalmente, reconozco que trato varias veces al día de dar gracias a las personas que me rodean, sea en mi casa, mi oficina o en la calle. Sin embargo, no lo hago como un hábito constante y rutinario. He tratado algunas veces de iniciar un diario de gratitud, he comprado libretas y cuadernos, las comienzo con colores bonitos y de forma inspiradora, pero no he sido constante.
Escribiendo este artículo, me he entusiasmado a asumir el compromiso de hacerlo de manera más formal. Ya que el diario no me ha funcionado, se me ocurre hoy que, para ir acorde con las tendencias del momento, puedo iniciar una cuenta de Instagram personal dedicada exclusivamente a mi agradecimiento diario. Es una idea que se me ocurre en este momento. Tal vez le de forma y lo haga. A menos que la idea del diario logre finalmente internalizarse en mí. En todo caso, sea cual sea la forma que le dé, me comprometo a asumir personalmente este hábito de forma regular.
Este es un tema fascinante y hoy doy formalmente las gracias por haberme visto obligada a leer varios artículos sobre este tema para poder escribir mi post de hoy. Doy las gracias por lo que he aprendido con este proceso.
Y aprovecho hoy para dar las gracias a todos los que me están leyendo, siguiendo y escuchando. Porque gracias a ustedes encuentro la motivación para continuar con esta tarea de escribir dos veces por semana en este blog. Ha sido para mí, hasta ahora, un hermoso proyecto, por el que también doy las gracias.
¿Qué otras formas tienes para dar las gracias? ¿Lo hacer de forma regular? ¿Has visto sus beneficios? ¿Tienes algunos ejemplo acerca de cómo la gratitud ayuda a mejorar la productividad de tu negocio? Comparte en los comentarios abajo o en nuestro grupo de Facebook tus experiencias.
Collage digital a partir de fotografía de Lum3n.com de Pexels
Celia..que buenos todos tus artículos!!..En este recordé especialmente que he aprendido a dar las «gracias» muchas veces al día, a veces en mi mente, especialmente porque como me dijo un amigo: «yo agradezco TODO lo que vivo…porque soy sobreviviente de un cáncer».
Así que me ayuda esa energía y buen ánimo de él, y también trato de vivir el día como «sobreviviente».
Un abrazo
Así es Thais. Debemos agradecer cada experiencia, buena y mala. Siempre es aprendizaje. Besos