Los beneficios y riesgos de trabajar desde casa

Trabajar desde casa

Una gran cantidad de micro-emprendimientos nacen y se desarrollan dentro de las paredes del hogar.  Al menos mientras permanecen como negocios pequeños y si no requieren equipamientos muy especializados que exijan un espacio aparte, es usual que muchos emprendedores decidan instalar una oficina o taller en su casa y establecer allí su centro de operaciones. Hoy vamos a conversar sobre las implicaciones de trabajar desde casa.


«Trabajar desde casa es tan, tan difícil, porque quiero estar presente para mi familia pero hay muchas cosas del trabajo por hacer. Ese es mi mayor reto»

Andy Serkis


La oficina en casa tiene muchas ventajas. Entre las más obvias podemos citar:

  1. Ahorro de costos de alquiler y mantenimiento de un espacio de oficina. No solamente nos evitamos el tener que incurrir en costos para un local separado para el negocio, sino que en algunos países es factible cargar como gastos de negocio, en tu declaración de impuestos, un porcentaje de los costos de mantenimiento de tu casa. Si, por ejemplo, el espacio que utilizas representa un 10% del espacio total de tu casa, puedes aplicar 10% de los costos de servicios como electricidad, agua, internet, etc., como gastos de negocio. Si tienes una oficina en tu casa, es conveniente que averigües (si no lo has hecho), si en tu país es posible reportar una porción de estos gastos como gastos de tu empresa.
  2. Eliminación de costos y tiempo de traslados. El traslado implica ir de tu habitación a tu oficina, dentro de tu misma casa. Adiós costos de gasolina, estacionamientos, transporte público. Y en especial, adiós al tiempo perdido en llegar a tu oficina.
  3. Comodidad. Estás en tu casa. Son tus reglas y es un espacio donde, por definición, te sientes confortable.
  4. Cercanía a nuestros familiares. Tienes a tus hijos, esposo, padres, hermanos, o quienes sea que constituyan tu núcleo familiar, cercanos y más fácilmente disponibles.

Sin embargo, igualmente trae consigo algunos riesgos y desventajas que, si no los manejamos adecuadamente y a tiempo, pueden afectar nuestro rendimiento:

  1. Estamos más expuestos a interrupciones y distracciones. Al estar en casa, es más posible que los temas y problemas domésticos nos afecten de manera más continua. No solo porque estamos más alertas y pendientes de los temas de la casa, sino porque nuestros familiares nos perciben más accesibles y pueden irrespetar nuestro tiempo y espacio de trabajo.
  2. Tendemos a ser más laxos con horarios y compromisos. ¿Quiero dormir una hora más?… Pues me quedo en la cama y entro a mi oficina un poco más tarde. ¿Se prolongó el almuerzo?… No importa, solamente debo tomar medio minuto para llegar del comedor a mi lugar de trabajo. Aunque esto suena a beneficio y a comodidad, puede interferir seriamente con nuestra productividad y eficiencia.
  3. Corremos el riesgo de mezclar y solapar la vida personal y laboral. El tema laboral puede inundar nuestro hogar y nuestras relaciones familiares más de lo deseable. A veces trabajamos con los niños encima o al tiempo que ven TV cerca nuestro. Pensamos en cuál será el almuerzo o somos interrumpidos por el plomero que viene a arreglar la tubería rota.
  4. Trabajamos en solitario. Cuando trabajamos desde casa y somos nosotros solos en nuestro emprendimiento, es frecuente que nos enfrentemos solos a muchas decisiones y tareas. Cuando estamos en un espacio de oficina, aún si estamos rodeados de personas que trabajan en áreas diferentes a la nuestra, hacemos amistades y relaciones de trabajo, con quienes compartimos muchas cosas más que los temas de trabajo. Es posible que, si hemos estado acostumbrados a trabajar así, nos sintamos un poco aislados o desamparados cuando comenzamos a trabajar solos desde casa.
  5. Trabajamos sobre tiempo y en horas en que deberíamos descansar o atender nuestra vida personal. Quedarte trabajando hasta tarde cuando estás en una oficina, aunque muchas veces ocurre, requiere un poco más de pensamiento y decisión, puesto que a veces implica temas de logística y explicaciones familiares. Cuando se trabaja desde casa, es más fácil decidir quedarnos en el escritorio un par de horas más, o trabajar una tercera tanda luego que los niños se acostaron. Esto, si bien puede favorecer la productividad y puede simplificar las cosas cuando eventualmente se requiere ese esfuerzo adicional, no debe convertirse en costumbre. Cuando es un esfuerzo de vez en cuando para poder cumplir con una meta, es excelente que tengamos la disposición y disciplina de hacerlo, pero cuando es tu hábito cada día, y planificamos asumiendo que ese tiempo es tiempo de trabajo, corremos el riesgo de afectar nuestra salud y/o nuestra dinámica familiar.

Si eres de los que trabajan desde casa, te comparto a continuación un conjunto de recomendaciones que aumentarán la probabilidad de que seas productivo y logres tus objetivos, al tiempo que disfrutas de los beneficios que te ofrece esta posibilidad.

8 consejos para optimizar el trabajo desde casa

La mayoría de estas recomendaciones trabajan en alguna de tres dimensiones fundamentales: 1) Orden 2) Disciplina y 3) Límites.

  1. Busca un espacio adecuado. Trata de buscar un lugar en tu casa donde tengas la mayor privacidad posible, que sea bien iluminado. No necesariamente tiene que ser grande. Ni siquiera debes tener una oficina o habitación solo para ti, si no es posible. Pero aún si debes instalar tu computadora en la sala o comedor, trata de tener un espacio fijo y estable, que te resulte cómodo. No hagas peregrinaciones diarias por tu casa buscando donde trabajar, ya que es esto solamente te hará sentirte nómada e inestable.
  2. Asegúrate de tener una silla cómoda, adecuada para el tipo de trabajo que realizas en casa. Las sillas del comedor pueden ser muy cómodas y lindas para una cena que dure un par de horas, pero no necesariamente tienen la ergonomía adecuada para estar en ellas todo el día trabajando.
  3. Preserva el orden en tu escritorio o el espacio que has definido para tu oficina en casa. Esto no solamente te ayudará a sentirte mejor cuando trabajas y ser más eficiente, sino que evitará que comiences a sentir que tu oficina está invadiendo el espacio de tu casa. Mantén tu escritorio libre y agradable. Te sugiero que revises el artículo de hace unas semanas acerca de cómo el orden favorece nuestra productividad.
  4. En la medida de lo posible, trata de tener un horario de trabajo y una rutina. Cuando trabajas desde casa, la tentación de ajustarte a la política de “como va viniendo, vamos viendo” es mayor. Por supuesto, no es necesario que te pongas límites estrictos, pero es conveniente que te acostumbres a trabajar en ciertas horas cada día. Esto, además de ayudarte a tener la disciplina de obligarte a concentrarte en temas de trabajo durante ese tiempo, también ayudará a los miembros de tu familia a respetar ese tiempo, evitando los problemas de las constantes distracciones.
  5. Establece límites entre lo familiar y lo profesional tanto en cuanto a tiempos y horarios como en cuando a espacios. Esto, no solamente para evitar que las distracciones domésticas afecten tu trabajo, sino para evitar que las preocupaciones y temas laborales invadan tu vida privada.
  6. Define espacio para tu tiempo libre. Idealmente, establece en tu agenda breves tiempos de descanso. En esos momentos puedes aprovechar para breves reposos, para atender a tu familia o para atender temas de la casa que surgen a lo largo del día. Tu tiempo libre debe definirse con recesos durante el día y con un adecuado tiempo de desconexión y descaso al finalizar cada jornada. Puedes también revisar el artículo sobre cómo desconectarte del trabajo que escribí hace un tiempo.
  7. Usa ropa adecuada. No es necesario que trabajes de saco y corbata o con tacones y maquillaje dentro de tu casa, pero tampoco es conveniente que te acostumbres a trabajar en pijama o ropa de casa todo el tiempo. Usa una ropa suficientemente cómoda para estar en casa, pero suficientemente presentable para que te sientas bien recibiendo cualquier visita de trabajo en casa, si fuese el caso. Cuando te arreglas, aunque sea mínimamente, aún para trabajar desde casa, te sientes mejor, más enfocado y motivado a la productividad.
  8. Busca aliados y ayuda en lo que sea necesario. Para luchar contra la sensación de aislamiento y soledad que puede acarrear el trabajar solo y por tu cuenta, es conveniente que busques apoyo en personas que compartan tus problemas y necesidades, a quienes puedas rendir cuentas o con quienes contrastar tus ideas y planes. Si encuentras una contraparte adecuada, el trabajar desde casa puede ser menos solitario de lo que piensas.  A veces, solamente involucrar a alguien de tu familia en alguna tarea o algún procedimiento de tu trabajo puede ayudar a sentirte más apoyado y combatir la sensación de trabajar de forma solitaria.

¿Trabajas desde casa? ¿Qué otros inconvenientes has confrontado? ¿Cuáles otras ventajas tiene para ti el poder trabajar así? ¿Tienes consejos adicionales nos puedes compartir? Nos interesa conocer tu experiencia. Comparte con nosotros abajo en los comentarios.

Foto de Jopwell de Pexels

Referencias

2 comentarios sobre “Los beneficios y riesgos de trabajar desde casa

  1. Celia, excelentes consejos. Yo trabajo en casa 3 días por semana. Empecé en noviembre y los primeros días me costó mucho trabajo concentrarme.
    Lo chistoso es que tenía la sensación que por el hecho de estar en casa debía hacer la limpieza y cocinar. Los primeros días fue muy difícil pero poco a poco me adapto. Ahora, respeto mis horarios, tengo una buena disciplina.
    Me falta tener una buena silla y un escrito adecuado.
    Con respecto y admiración,
    Flora

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