Hemos dedicado muchos artículos acerca de las cosas que debes hacer como emprendedor para conseguir el éxito. Hoy quiero compartirte un artículo diferente. Vamos a conversar acerca de las cosas que NO debes hacer. Vamos a conversar acerca de los 5 NO del emprendimiento.

«Nunca inicies un negocio sólo para hacer dinero. Inicia un negocio para hacer una diferencia»

Marie Forleo

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Si prefieres, puedes escuchar el audio completo del artículo en el siguiente enlace:

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Después de revisar lo que algunos autores dicen en relación con este tema y en base a mi experiencia, he llegado a un listado de 5 cosas que debes evitar si deseas tener éxito con tu negocio. Por supuesto, hay muchas más cosas que evitar. Pero he querido traerte hoy las que a mi juicio son básicas, los 5 «No» del emprendimiento y son los principales hábitos que ponen en mayor riesgo tus posibilidades de éxito.

¿Cuáles son esos 5 principales NO del emprendimiento que debes evitar?

ESPACIO

1. No improvisar

El primero de los 5 NO del emprendimiento, la principal conducta que debes evitar como emprendedor, es la improvisación.

La improvisación ocurre cuando no existe planificación adecuada. Cuando no tienes objetivos claros o cuando no tienes un plan trazado acerca de cómo vas a lograrlos, con qué recursos y procedimientos, es muy difícil lograr el éxito.

La improvisación genera tres posibles problemas:

Malas decisiones.

Cuando improvisas por falta de planificación, es muy probable que tomes decisiones apresuradas, mal informadas y equivocadas que pueden tener consecuencias negativas para tu negocio a largo plazo. Cuando improvisas y no planificas es muy difícil que tengas a mano toda la información que necesitas para tomar buenas decisiones. Si no has planificado bien todos los escenarios posibles y no has considerado las respuestas a diferentes comportamientos del mercado, vas a reaccionar de forma apresurada y con malas decisiones.

Inconsistencias.

Cuando improvisas y no sigues un plan, es muy difícil mantener comportamientos coherentes en el tiempo. Si tenemos una meta clara y sabemos cómo llegaremos a ella, todas nuestras acciones estarán en sintonía para llevarnos de forma exitosa a la meta. Cuando esta planificación no existe, cada paso hacia adelante será movido por las circunstancias del momento. Es entonces muy posible que en algún momento se contradigan con actividades previas o con metas que deben lograrse a futuro, ya que se carece de un hilo conductor que guie las decisiones.

Desperdicio de recursos.

La improvisación conduce a una alta ineficiencia y pérdida de recursos de todo tipo. Pérdida de tiempo y pérdida de recursos económicos. Esto afecta negativamente la ejecución de tu negocio y genera pérdidas económicas.

Por eso, es muy importante que como emprendedor te tomes el tiempo necesario para planificar y tomar decisiones informadas. Para fijar objetivos claros, y crear una estructura sólida para el éxito a largo plazo de tu negocio, sin tener que improvisar sobre la marcha.

2. No ser arrogante

Sabemos que emprender requiere valor, conocimiento del mercado, buenas ideas, capacidad. Muchos emprendedores tienden a ser dominantes y tener alto deseo de destacarse, lo cual es bueno porque les da el impulso necesario para asumir el riesgo que implica emprender.

Sin embargo, es necesario que los emprendedores aprendamos a manejar nuestro ego y evitemos ser arrogantes. Tenemos que aprender a tener cierta humildad. Te pesento entonces el segundo de los 5 NO del emprendimiento: No ser arrogante.

Ocurre que, por más expertos que seamos en nuestros sectores, siempre hay espacio para el crecimiento y el aprendizaje. Siempre habrá alguien que sabe más que nosotros sobre algún tema relevante para el negocio, alguien que tenga más información. Siempre habrá alguien que tenga mejores propuestas que las nuestras. Si la arrogancia nos hace estar ciegos ante estas realidades, no podremos actuar de manera adecuada para mejorar y crecer.

¿Qué pasa cuando somos arrogantes?

Cuando somos arrogantes nos cuesta aceptar críticas y se nos hace difícil la interacción con colaboradores, clientes, proveedores. Tendemos a menospreciar a los demás y a descalificar sus opiniones e ideas, las cuales podrían ser potencialmente buenas para el negocio. Nos cuesta callarnos y escuchar. Y si no escuchamos nunca seremos empáticos y no podremos comprender adecuadamente a los diferentes actores que intervienen en nuestro mercado.

Cuando somos arrogantes creemos que sabemos todo. Y eso impide llevar a cabo una de las tareas principales del emprendedor que es el estudio constante. Si creemos que tenemos la verdad en nuestras manos, no somos curiosos, no buscamos información fuera, no aceptamos que podemos descubrir nuevas necesidades de nuestros clientes y aprender nuevas formas de satisfacerlas mejor. La arrogancia puede hacer que el emprendedor se sienta contento con sus logros actuales y que no busque aprender ni crecer. Puede también impedir que busquemos asesoramiento o capacitación. Esto, puede obstaculizar el desarrollo de nuestros negocios y nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios en el mercado.

Finalmente, la falta de humildad nos puede conducir a no aceptar nuestros errores, lo que además de impedirnos aprender de ellos y crecer, nos puede colocar en situación negativa y desventajosa frente a clientes y colaboradores.

3. No mezclar tus finanzas personales con las del negocio

Lamentablemente es muy común entre micro y pequeños emprendedores tener un gran solapamiento entre sus finanzas personales y las del negocio. Esto tiene dos riesgos grandes, uno de los cuales es realmente grave.

El primer riesgo, es que te resulta cada vez más difícil separar lo que pertenece a tu negocio y lo que te pertenece a ti personalmente. Al no poder discriminar los gastos e ingresos personales de los de tu negocio, es muy difícil tener una contabilidad adecuada y conocer con exactitud los resultados financieros de la empresa. Si no los conoces, es difícil tomar decisiones que conduzcan a su mejoramiento y crecimiento. La mezcla de tus finanzas personales con las de tu emprendimiento puede dificultar la gestión financiera adecuada y generar una confusión entre lo que es el dinero del negocio y tu dinero personal, que puede hacer que tomes decisiones equivocadas o que tengas una mala planificación financiera. Además, puede impedir el seguimiento del flujo de efectivo y hacer que te resulte difícil saber si el negocio está dando ganancias o pérdidas.

El segundo riesgo de este comportamiento, que a mi juicio es mucho más dañino, es utilizar a tu emprendimiento como caja chica para tus gastos personales. Tomar de los ingresos del negocio de forma indiscriminada y desorganizada, sin que los mismos respondan a un rembolso de gastos o un pago de salario o beneficios, llevará a un desorden administrativo y financiero y posiblemente a serios problemas de flujo de caja en tu empresa. Igualmente, te va a llevar a una mala gestión de tus finanzas personales y a una falta de ahorro para emergencias y otros objetivos financieros personales.

Por lo tanto, es importante mantener las finanzas del negocio y las personales separadas. Esto implica abrir una cuenta de banco separada para el negocio, llevar registros financieros precisos y separados, y evitar utilizar los recursos del negocio para gastos personales o viceversa.

4. No evadir responsabilidades

“Ser el responsable de” algo implica asumir las consecuencias de nuestras acciones. Dejar de atribuir el control a entes externos y comenzar a asumir nuestro propio rol en las cosas que nos ocurren. Y esto nos lleva a un concepto que en psicología llamamos “locus de control”.

El locus de control se refiere al grado en que las personas creen que tiene control sobre lo que les ocurre en sus vidas. El Locus de control se presenta como un continuo que va desde un Locus de Control Externo hasta un Locus de Control Interno.  Te sugiero que revises un artículo anterior sobre este tema: La libertad de asumir responsabilidad del emprendedor.

Las personas con Locus de Control Externo tienden a atribuir a otros el control sobre las cosas que les ocurren. Es allí cuando surgen afirmaciones que responsabilizan a las políticas del gobierno, a otras personas o al destino, por las cosas que les pasan.

Las personas con Locus de Control Interno, por el contrario, asumen la responsabilidad sobre los eventos que los afectan y entienden que las cosas que les pasan son consecuencia de sus propias decisiones.

Los emprendedores necesitamos tener un locus de control interno. Eso significa que asumimos responsabilidad por las cosas que nos ocurren a nosotros y a nuestros emprendimientos. Por eso, el cuarto de los 5 NO del emprendimiento indica: No evadir las responsabilidades.

Cuando como emprendedores no asumimos responsabilidad sobre nuestras acciones y sobre lo que le ocurre a nuestro emprendimiento, renunciamos a tener control y por ende renunciamos a tener la capacidad de resolver problemas, innovar y avanzar. Cuando no asumimos responsabilidad, perdemos credibilidad y confianza de nuestros colaboradores y clientes, ya que comienzan a vernos como alguien que se deja llevar por las circunstancias en lugar de ser alguien que tiene capacidad de decidir sobre su futuro. Esto, afecta negativamente nuestro liderazgo.

El no asumir responsabilidades, también nos conduce a perder oportunidades de mejora para nuestro negocio. Si no reconocemos la necesidad de corregir nuestros errores o problemas, perdemos la oportunidad de mejorar y crecer como empresa.

5. No emprender sólo por ganar dinero

Vamos a estar claros, cuando decidimos iniciar un negocio hay un objetivo económico claro, que es el logro de beneficios. Un negocio que no genera ingresos ni beneficio no es tal negocio.

Sin embargo, dicho esto, debemos aclarar que el beneficio económico no debe ser el único objetivo del emprendimiento. Es importante y necesario, pero no es suficiente para asegurar la permanencia del negocio en el tiempo y el éxito a largo plazo.

Por esto, el último de los 5 NO del emprendimiento lo he definido como: No emprender sólo por ganar dinero.

Para que tu emprendimiento tenga éxito, es necesario que satisfaga una necesidad de los clientes en tu mercado. Y no solo que la satisfaga, sino que lo haga diferenciándose de la competencia. Si no satisfaces una necesidad real y de forma claramente beneficiosa para tu cliente, tu producto o servicio dejará de ser relevante y por ende declinarán tus ventas. Te sugiero que revises un artículo anterior sobre este tema, Ser útil: Ser la herramienta adecuada para el problema del cliente.

Buscar la satisfacción de la necesidad del cliente

De esta forma, la satisfacción de la necesidad del cliente debería ser el objetivo principal, y el beneficio económico será consecuencia directa de desarrollo de esta capacidad en tu negocio. Por supuesto, siempre y cuando tengas bien calculados tus precios y controlados tus costos.

Hemos conversado muchas veces acerca de que emprender implica un gran esfuerzo y dedicación, y enfrentarse a numerosos desafíos. Si tu único objetivo es ganar dinero, puede resultarte difícil mantener la motivación y la perseverancia necesarias para superar estos obstáculos y alcanzar el éxito. Tu emprendimiento se convertirá en una fuente constante de ansiedad y estrés, en lugar de ser una actividad que te resulta placentera y motivante.

Por lo tanto, además del objetivo de ganar dinero (totalmente válido y necesario) es importante tener una motivación más profunda para emprender, que incluya la satisfacción personal, el impacto positivo en la sociedad, y la creación de valor para los clientes.

Espero que estos 5 «NO» del emprendimiento te hayan inspirado a descubrir otras cosas que «SI» debes hacer de forma regular. ¿Hay algún otro «NO» del emprendimiento que sea muy importante para tí y haya marcado una diferencia en tus resultados? Comparte en los comentarios para que podamos aprender todos unos de otros.