Entrevista con Paula Villalobos: Conociendo emprendedores
Hoy te traigo una entrevista con Paula Villalobos, quien es coach para ejecutivos. Tiene un emprendimiento para acompañarlos en el desarrollo de su carrera profesional, potenciando sus capacidades para lograr mejor proyección.
«Cuando tú escuchas a tu cliente, tú puedes realmente alinearte con lo que tu cliente necesita, que muchas veces no es necesariamente lo que tú quieres vender»
Paula Villalobos
Puedes escuchar la lectura de este artículo y a Paula en la entrevista completa en el audio a continuación:
Servicios de coaching de carrera en Chile
A través de Trayectoria, su empresa, Paula ofrece servicios diversos, todos orientados al acompañamiento del desarrollo profesional de ejecutivos. Desde el coaching hasta el head hunting y la planificación estratégica de carrera y de estructuras de recursos humanos.
Luego de haber trabajado como empleada en el área de head hunting para ejecutivos por muchos años, Paula comenzó a percibir que existía en el mercado una necesidad no cubierta.
Si bien las empresas de head hunting atendían a sus clientes, las empresas, y les resolvían sus necesidades de búsqueda de talentos, nadie estaba atendiendo adecuadamente el otro extremo de esa relación: el ejecutivo que estaba buscando trabajo y estaba en proceso de desarrollar su carrera profesional.
El visualizar esta oportunidad, la llevó a asumir el riesgo de dejar una carrera estable y un sueldo fijo, para entrar en el mundo del emprendimiento. Un mundo nuevo para ella, pero en el que despegó con excelente pie, gracias a las destrezas desarrolladas en su propia carrera profesional.
La capacidad de escuchar a sus clientes, que la llevó a descubrir esta oportunidad de negocio, la ha llevado también a guiar su emprendimiento en una ruta adecuada para satisfacer las necesidades de sus clientes, permitiendole el éxito y crecimiento de su empresa.
Paula es chilena y vive en Santiago de Chile, en donde también desarrolla su emprendimiento. De formación científica, como ingeniero en bioetecnología, muy temprano en el desarrollo de su carrera profesional se dio cuenta que su pasión realmente estaba en el trabajo con las personas.
Se certificó como coach y desarrolló experiencia en el área de recursos humanos y consultoría en empleabilidad, lo que le permitió tomar la decisión de emprender en esta área con éxito.
Te comparto un resumen de los elementos claves de sus respuestas a los 8 indicadores que estamos explorando y luego el detalle de toda la entrevista con Paula Villalobos, en la que nos comparte sus retos y logros en su camino por este mundo del emprendimiento, Un camino en que inició no solamente con el reto de formar una nueva empresa, sino con la dificultad adicional de hacerlo ofreciendo un servicio nuevo, para el cual debía educar a sus potenciales clientes y generar credibilidad.
Detalle de la entrevista con Paula Villalobos
¿Qué te motivó a iniciarte como emprendedora e independizarte y trabajar por tu cuenta luego de haber sido empleada?
Lo que a mi me motivó a emprender fueron básicamente dos cosas. La primera razón tiene que ver con el mercado. Yo atendía clientes ejecutivos de distintos tipos de empresa. Y estos ejecutivos, efectivamente, cuando yo los entrevistaba en el marco de un proceso de selección – yo trabajaba en una empresa de head hunting – siempre se generaba una conversación respecto de qué más podían hacer ellos para sobresalir en sus trabajos, o para llegar a nuevos lugares en sus trabajos, para desarrollar sus carreras profesionales.
Nosotros teníamos un servicio que era acotado a la búsqueda, y a encontrar un ejecutivo para poder llenar una vacante de un cierto cargo. Pero no necesariamente acompañar a este ejecutivo a sacar el máximo brillo de su perfil profesional en ese trabajo. Esa necesidad que los ejecutivos tenían para mi se convirtió en una motivación de poder crear algo en esa línea. Algo que en ese minuto no estaba muy claro qué, pero sí yo sabía que podía generar un servicio que pudiera acompañar a estos ejecutivos a encontrar esas respuestas. Entonces, esa fue una de las motivaciones. Y la segunda motivación tiene que ver con un tema más personal.
Y es que yo ya llevaba muchos años trabajando en la empresa donde estaba trabajando, y me voy dando cuenta que no había mucho más desarrollo para mí en esa empresa. Curiosamente, yo me estaba convirtiendo en una de esos ejecutivos a los cuales yo quiero acompañar.
Fue un año de mucha incertidumbre, porque efectivamente implicaba la decisión de renunciar a un trabajo fijo, donde tenía bastantes flexibilidades y había aprendido muchísimo, para iniciar algo, completamente desde cero, y sola. Sin un socio o una socia que pudiera acompañarme.
Pero esa motivación de querer seguir creciendo, de querer seguir perfeccionándome, y de poder diseñar soluciones entretenidas para poder ir al servicio de otros, fue también una motivación muy importante para poder emprender.
¿Cuál fue tu principal reto al iniciarte como emprendedora?
Al inicio hubo millones de retos. Desde lo más básico, tener una tarjeta de visita y un PowerPoint para presentar mi empresa, hasta lo más complejo, que fue diseñar un servicio de acompañamiento para ejecutivos. Sin embargo, el principal reto fue vender. La venta. Porque cuando vendes servicios en el fondo te vendes a ti mismo. Es tu reputación. Ttu impecabilidad en la ejecución del servicio. Incluso hasta la estética de tu propuesta, la coherencia de tu relato, es todo. Todo tiene que calzar, para que el ejecutivo que va a comprar tu servicio realmente sienta que puede confiar en ti, que los resultados que va a obtener van a ser lo que tú estás plasmando en esa propuesta de servicio.
Y eso fue particularmente desafiante al principio, porque era muy nuevo. No necesariamente era un servicio que el ejecutivo conocía como sí se conoce el head hunting, que la mayoría de los ejecutivos sabe en qué consiste un proceso de búsqueda de profesionales. El acompañamiento a ejecutivos no era tan conocido en ese tiempo. Estamos hablando del año 2014.
Entonces, fue todo un desafío poder educar al cliente, y poder mostrarle que sí existe un servicio para poder acompañarlo a desarrollar su carrera, a crear una carrera o adquirir herramientas y nuevas destrezas para poder alcanzar nuevos lugares dentro de la organización, o generar un cambio de trabajo.
¿Cuál de tus fortalezas que tenías ya anteriormente apreciaste más o te fue de mayor utilidad al iniciarte como emprendedora?
Cuando yo emprendí, y hasta el día de hoy, siento que una de mis principales fortalezas es la capacidad de escucha. Cuando tú escuchas a tu cliente, tú puedes realmente alinearte con lo que tu cliente necesita, que muchas veces no es necesariamente lo que tú quieres vender. Y eso es muy importante, es muy sutil. Pero a la vez, muy sustantivo.
Se vuelve muy importante el tener esta agudeza en la escucha para que tú puedas captar realmente qué es lo que tu cliente está buscando, qué es lo que necesita y, desde ahí, si tú puedes generar esa solución para él o para ella, poder tener esa conversación en forma muy asertiva. Yo creo que al momento de emprender yo ya llevaba unos cinco años teniendo distintos tipos de conversaciones con clientes, con ejecutivos, etc.
Entonces, tenía muy desarrollada la habilidad de la escucha. Y, por otro lado, que no es menor, tenía una cierta trayectoria en el lenguaje corporativo. En poder hablar con un gerente de administración y finanzas y entender de lo que me habla cuando se mete en temas técnicos. Y de la misma forma poder hablar con alguien de recursos humanos, con alguien de logística, con un gerente general, etc. Yo siento que esa versatilidad en el lenguaje también fue una fortaleza en el momento de emprender.
¿Qué destreza gerencial te hizo falta, que no habías desarrollado antes y tuviste que aprenderla una vez que decidiste emprender por tu cuenta?
Cuando yo emprendí me hizo falta planificación, planificación, y más planificación. Yo emprendí sin mucha experiencia cercana de planificación o de emprendedores cercanos, ya sea en mi familia o en mis amigos. Y ahora, bueno, tengo más destrezas y habilidades en esa línea. Y siento que si hubiese tenido esa destreza antes, al momento de emprender, habría podido diversificar mucho más la oferta. Pero también, entender ciertas dinámicas del emprendimiento y dinámicas del negocio, que ocurren en el tiempo, y cómo poder abordarlas tempranamente.
Cuando tú emprendes, hay muchas dificultades. Hay muchas satisfacciones también, pero hay muchos imprevistos, hay muchas cosas que tú como emprendedor no logras visualizarlas. Porque, en el caso mío, yo estaba muy enamorada del servicio que yo ofrecía, y de la interacción con los clientes, pero no necesariamente de la estructura y administración de un negocio. Y yo siento que el punto de partida de toda estructura de un negocio es la planificación. De hecho, aún lo tomo como un desafío a diario. El tener un plan, y poder seguirlo, y también modificarlo, pero sobre la base de algo que ya esté creado.
¿Qué consejo darías a las nuevas generaciones? A los nuevos emprendedores jóvenes que hoy tienen menos de 30 años.
Mi consejo para las nuevas generaciones, y que también a mi me lo dieron mil veces y en mi caso personal me costó desarrollarlo, me costó ponerlo en el terreno del emprendimiento. Pero mi consejo es: Cree en ti mismo. Cree en ti mismo, que muchas veces los clientes que te compran, que confían en ti, o que te recomiendan, o que vuelven por tus servicios nuevamente, es porque ya creyeron en ti. Creyeron en ti y hay algo que estás haciendo muy bien. Por algo vuelven y por algo te recomiendan. Y por algo tu negocio empieza a crecer y empiezas a armarte de una reputación.
El primer eslabón de esa cadena es uno mismo. Y yo al principio tenía muchas dudas. Sentía que técnicamente tenía muchas fortalezas porque llevaba muchos años desarrollando algo similar o una base del servicio que yo iba a dar. Tenía muchas dudas respecto de si realmente lo iba a lograr o no. Y a medida que fue avanzando el tiempo, yo tuve la fortuna de que tuve un muy buen primer año de emprendimiento. Con clientes muy interesantes.
Entonces, a medida que fue pasando sobre todo el primer año me fui dando cuenta de que efectivamente sí el servicio agregaba valor, sí mi interpretación del servicio y mi interacción con los clientes a ellos les agrega valor. Y más allá de hablar de mi como eje del servicio, es cómo yo planteo que el servicio puede hacerle sentido a la persona. Y aquí estoy hablando básicamente del servicio de coaching, de acompañamiento a ejecutivos. Cómo ese espacio de acompañamiento, de reflexión, de preguntas, de diseño, ayuda mucho al cliente a clarificar sus siguientes pasos en su carrera.
Claro, y eso yo tenía realmente la duda si iba a ser capaz de sostener ese momento, ese proceso, que es un programa de varias sesiones, pero afortunadamente me fue muy bien.
En conclusión, mi consejo es, cree en ti mismo, porque si ya estás en el camino del emprendimiento, es muy probable que lo vayas a hacer muy bien. Y lo que no, lo vas a ir aprendiendo en el camino, lo vas a ir arreglando en el camino. Y rodéate de personas que te quieran, para que te puedan ir acompañando a precisamente ir mejorando tu servicio y tu alcance dentro del mercado.
¿Qué consejo darías, en retrospectiva, a los emprendedores que te precedieron? Los que ya están retirados o ya han fallecido, pero iniciaron sus emprendimientos hace muchos años. ¿Qué crees que podrían haber hecho diferente en general como generación?
Para mí es difícil dar un consejo para emprendedores que lanzaron sus negocios en un momento de mercado que no tengo detalles de cuál habrá sido. Yo en tanto leí esta pregunta me acordé inmediatamente de mi abuela. Ella no está conmigo hace muchos años, pero ella fue una emprendedora. Tenía su fábrica y su tienda de sombreros acá en Santiago de Chile. Y con eso logró llevar a sus hijos a la universidad, hizo un montón de cosas entretenidas en su vida. ¿Qué consejo podría darle yo a ella? Wow, es difícil.
Pero mira, creo que es el miso consejo que yo podría dar ahora, estar atento a las señales del mercado, siempre a qué es lo que necesitan tus clientes, cuáles son las tendencias que pueden ir cambiando, y cómo adaptar lo que tú haces. Sin dejar de ser tú, pero adaptar lo que tú haces, a poder siempre satisfacer las necesidades de tus clientes, estar muy atento en eso. Y, por otro lado, creo que el uso de la tecnología también es algo que se vuelve un buen consejo.
El estar constantemente a la vanguardia, siempre para robustecer tus productos o tus servicios, con tecnología asociada, creo que es un adicional que te permite llegar a más clientes, llegar a más personas, hacerte más conocido.
Es un poco, Celia, lo que estás haciendo tú con tu blog, ¿No es así? Es plasmar tus experiencias de vida, también invitar a otros y a través de la tecnología poder crear esta comunidad fabulosa que está naciendo de tu mano y al alero del concepto del emprendimiento.
Si pudieras echar el tiempo atrás, ¿Volverías a tomar la decisión de emprender por tu cuenta? ¿Por qué?
Ay, yo una y mil veces volvería a emprender. Absolutamente. Porque esto ya es un tema personal. Es, primero, para mí la libertad de poder definir qué hago con mi tiempo, con mis capacidades, con mis recursos, es impagable. Valoro mucho el poder estructurar mi tiempo. El poder diseñar y rediseñar mis servicios y mis productos, cuantas veces yo quiera, en torno a lo que los clientes me van contando que van necesitando. Siento que eso es muy entretenido.
El poder reinventarse. En mi caso, yo ya llevo seis años de emprendimiento. Y, claro, hay líneas de servicio que se mantienen a lo largo del tiempo, pero hay otras que van naciendo que necesitan de técnicas distintas, de metodologías distintas, de redes distintas, y eso es muy estimulante. Yo creo que, por esa razón, y aunque emprender muchas veces es caminar en el desierto, económicamente hablando, hay que tener una buena resistencia ahí, sobre todo al principio.
Pero la satisfacción de estar haciendo lo que te apasiona, agregar valor a tus clientes, y poder estructurar con libertad tu tiempo, es para mi lo que me hace pensar en emprender y que fue la mejor decisión que pude haber tomado, sin duda alguna.
Y si pudieras echar el tiempo atrás, ¿Qué harías diferente a lo que hiciste cuando decidiste emprender tu propio negocio?
Súper simple: tener un año de colchón económico. Yo eso no lo hice. Tuve mucha suerte el primer año, tuve mucho apoyo de mi familia. Pero creo que, si volviera el tiempo atrás, al 2013, que fue el año que yo renuncié, para emprender en diciembre del 2013, enero del 2014, yo no tenía un colchón financiero como para decir, “si me va mal tengo oxígeno financiero para poder tomar una decisión distinta, que puede ser volver a emplearme, o no lo sé”. Es algo que sí haría si volviera el tiempo atrás, y volviera a emprender.
Y, de hecho, si quisiera iniciar emprendimientos nuevos, también es algo que estoy considerando, el tener ese respaldo financiero al menos por un año. Me refiero, a tener cubiertos tus costos fijos, de la casa, de tu vida, de tus cuentas, para que efectivamente puedas dedicarte full time.
Recuerden que cuando uno emprende uno es todos los cargos de la empresa. Es el que vende, el que factura, quien que manda a imprimir los folletos, es el que se capacita, enseña, diseña los productos. Todo, es todo. Trabajas full time. Y para poder trabajar full time, cuando no necesariamente aún tienes clientes, o tienes poquitos clientes y todavía no tienes un flujo de caja muy gordo, tienes que tener esa espalda financiera. Y eso sería lo que yo sí haría, en caso de volver el tiempo atrás, y volviera a emprender.
Uno de las destrezas que Paula destaca en su entrevista es la habilidad de escuchar a tus clientes,. Puedes leer otro artículo sobre este tema en el siguiente enlace: Encuentros para escuchar y conocer a tu cliente y beneficiar tu negocio.
espero que hayas disfrutado de esta entrevista con Paula Villalobos. La mejor forma de conectarte con Paula es a través de su cuenta en LinkedIn: @paulavillalobos
Puedes también conocer acerca de su empresa Trayectoria, en su website: trayectoria.cl