La persistencia: una actitud que ayuda al emprendedor

Celia Soonets la perseverancia del emprendedor

Hoy te comparto mi artículo número 100 y quiero aprovechar esta ocasión para contarte cómo la perseverancia del emprendedor ayuda a lograr los objetivos.

Para mí, es un gran logro. He alcanzado este marcador luego de 17 meses de actividad con este blog.

Han sido 17 meses de trabajo intenso. De esfuerzo continuado. Con toda honestidad te cuento que creo que he logrado llegar al artículo 100 porque he sido perseverante. Y por eso hoy quiero conversarte acerca de la importancia de la perseverancia como motor para alcanzar tus sueños como emprendedor. Porque este camino definitivamente me ha enseñado que la persistencia es una actitud que ayuda al emprendedor.


«La perseverancia no es una carrera larga. Es una serie de carreras, una tras otra»

Walter Elliott


¿Cómo ayuda la persistencia al emprendedor?

De acuerdo con la real Academia Española (Nuestro usual referente), perseverar es:

«Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión»

Es decir, ser perseverante implica ser constante en el logro de tus objetivos.

Sabemos que esto no es sencillo. A lo largo de nuestros caminos hacia las metas que nos trazamos, encontramos distracciones y obstáculos. Ambos, amenazan con desviarnos o detenernos. Ser persistente es aprender a ignorar las distracciones y superar los obstáculos, colocando la vista en la meta.

A lo largo de nuestro camino por el mundo del emprendimiento, más de una vez nos encontramos en la tentación de “tirar la toalla”, entendiéndose por esto, rendirnos, o dejar de esforzarnos por llegar a la meta. Abandonar la pelea.

Otra expresión popular también dice “El que persevera triunfa”, siendo lo opuesto a “tirar la toalla”. Implica permanecer en la pelea, dando de nosotros el mejor esfuerzo posible.

El emprendedor que diga que nunca ha sentido este llamado a abandonar, o nos está metiendo cuento, o tiene muy poco tiempo transitando este camino, porque tarde o temprano, en algún momento, esta duda aparece. Y cuando esta tentación aparece, la vencemos con la perseverancia.

La persistencia: una actitud que ayuda al emprendedor

Ser perseverante implica un esfuerzo continuo. Exige algunas veces dejar comodidades, porque tal vez preferimos disfrutar un momento de placer en lugar del esfuerzo que nos exige seguir en nuestra ruta hacia los objetivos planteados, pero el logro de la meta exige seguir remando para avanzar. Nos obliga a dejar pasar la oportunidad de satisfacciones inmediatas, por la consecución de satisfacciones mayores a más largo plazo. Por eso la persistencia es una actitud que ayuda al emprendedor.

Ser perseverante implica superar las consecuencias de nuestros errores y fracasos. Exige tragar grueso cuando equivocamos camino y realizar el esfuerzo que es necesario para ajustar el curso y volver a estar en el rumbo adecuado. A veces debemos tragarnos el orgullo. Necesitamos la humildad que implica reconocer que nos equivocamos y la flexibilidad para asumir los cambios necesarios.

Sabemos que el éxito no se logra de la noche a la mañana. Tampoco se logra porque afirmamos que lo queremos lograr o porque enunciamos la meta. Todos esos argumentos motivacionales según los cuales con sólo visualizar tu meta o decirla como un mantra en voz alta te garantiza el logro de ésta, lamento decirte que no son reales. Esos mantras no son los que te acercan a la meta. Esos mantras, si acaso, se constituyen en la motivación que necesitas para perseverar en el esfuerzo que es necesario para lograrla. Solo la afirmación, por si misma, no tiene ningún efecto. Es tu esfuerzo y tu trabajo lo que te mueve hacia adelante. Si la afirmación te ayuda a mantenerte activo, pues dale, utilízala como recurso motivacional. Pero no te confíes en ella como el recurso para llegar.

Como el éxito en la consecución de tus metas no se logra de la noche a la mañana, podemos realmente decir que el éxito es la acumulación en el tiempo de muchos logros consecutivos que te dirigen al destino deseado.

El éxito es la acumulación en el tiempo de muchos logros consecutivos que te dirigen al destino deseado. Clic para tuitear

Por eso, me gustó mucho la frase de Walter Elliott con que inicio este artículo “La perseverancia no es una carrera larga. Es una serie de carreras, una tras otra”. Eso significa que cuando perseveras realmente estás logrando dar pequeños pasos. Cada uno de ellos es un logro. La perseverancia del emprendedor lo ayuda a lograr los objetivos

Divide las metas en pasos pequeños

Cuando tenemos una meta a largo plazo, es más fácil alcanzarla cuando la desmenuzamos en pequeñas acciones que nos llevarán hacia ella, y definimos cada una de estas acciones en una sub-meta, un pequeño objetivo en si mismo. Por una parte, eso hace más fácil visualizar el esfuerzo requerido en el corto plazo y nos hace sentir un sacrificio o esfuerzo menor, el cual percibimos como realizable.

Cada sub-meta cumplida es un paso. Y la acumulación de pasos continuos en la misma dirección conduce a la meta.

En mi caso con este blog, cada uno de esos 99 artículos anteriores se constituyó en una pequeña meta lograda que me iba acercando a este logro mayor. Digo mayor, porque es costumbre celebrar estos marcadores más globales. Porque 100 luce como un número más importante de celebrar que 87, por ejemplo. Es por esto que las series de TV celebran su episodio 100, los presidentes dan su discurso a los 100 días de asumir funciones. Por eso celebramos cosas como aniversario de un año, y no de 14 meses. También celebramos con mayor entusiasmo las bodas de plata y de oro que un aniversario de 27 años, por ejemplo.

Eso no significa que ninguno de esos otros marcadores sea menos importante, sino que socialmente hemos asumido que ciertos números tienen mayor significado en la celebración de nuestros marcadores de logro.

Por eso, celebré contigo mis primeros tres meses, mi primer año, y ahora mi artículo número 100.

Ser perseverante no significa que no hay caídas o que no te detengas a veces en el camino.

En mi caso con este blog, aunque he tratado de ser constante siempre y escribir cada semana (inicialmente dos veces por semana y ahora, en el segundo año, una vez por semana), reconozco que algunas semanas durante todo este tiempo no publiqué el artículo correspondiente. Por diversas razones. Algunas veces, la vida y sus situaciones, se interpuso y tuve que dar prioridad a otras áreas de mi vida personal o familiar. Otras veces, por más esfuerzo que hice en encontrar un tema adecuado y motivante para ti, no lo conseguí. En consecuencia algún jueves no recibiste mi email anunciando mi publicación semanal.

Sin embargo, el truco está en no sentirme frustrada ni culpable por esas paradas en el camino, o por verme obligada a tomar una pequeña desviación. Lo importante es saber cuál es la meta y ser capaz de retomar el camino adecuado, con entusiasmo y sin lamentos y sin sentimientos de culpabilidad. Y siempre trato de enfocarme en ser perseverante, porque esta actitud ayuda al emprendedor.

En particular, entre abril y octubre del año pasado, los meses más fuertes de la cuarentena, hubo ocasiones en que solamente publiqué uno o dos artículos en el mes. Lo importante para llegar a este momento del artículo 100, fue siempre continuar, aunque fuera a un ritmo más lento. Entender que estábamos, todos, atravezando un momento diferente y difícil, y tener paciencia.

Cuando tienes apoyo, es más fácil seguir adelante

El camino se hace más alegre y sencillo cuando lo compartes con alguien que te apoya cuando tienes tropiezos y te ayuda a levantarte, te anima cuando tienes menos motivación y te celebra cada pequeño triunfo. Algunas veces, también, puede aconsejarte cómo caminar mejor.

El contar con lo que en inglés llaman un “accountability partner”, que lo he traducido como “socio de responsabilidad” (aunque no me gusta 100% esta traducción), te ayuda a mantener la motivación. Cuando la motivación interna no es suficiente, la obligación de rendirle cuentas a alguien hace las veces de motivador (un poco más duro, tal vez, pero motivador al fin).

Cuando somos emprendedores de un solo trabajador, como es mi caso por ahora con este proyecto de Eslabones de Negocio, y no tenemos socios ni empleados, generalmente no contamos con ese socio de responsabilidad dentro del negocio. Sin embargo, es posible siempre contar con alguien en quien apoyarnos, con quien conversar, o a quien rendir cuentas,

En mi caso, mis tres grandes pilares en este proceso han sido mi esposo y mis dos hijas. A ellos les cuento antes que a nadie sobre los artículos en proceso, les muestro el trabajo avanzado, les pido apoyo leyéndolos para corregir posibles errores. Y son los que cuando he debido detenerme me han dicho, “está bien pararte y descansar un momento”, pero también luego me han preguntado sobre el próximo artículo y me han ayudado a exigirme a mi misma el esfuerzo de seguir.

No hay otra opción, disciplina en el día a día es el curso a seguir.

Para ser perseverante hay que tener disciplina.

Lunes: en mi agenda tengo como tareas: 1) decidir el tema de la semana, 2) Preparar la imagen que lo acompañará, 3) Realizar la investigación necesaria sobre el tema en cuestión.

Martes: mis tareas siguen así: 1) Escribir el artículo de la semana, 2) Preparar los post de Instagram que lo acompañarán, 3) Preparar el correo para avisar sobre el artículo e invitar a la lectura.

Miércoles, continúo: 1) revisar y editar el artículo, 2) Grabar y subir el audio que lo acompaña.

Jueves, entre 8:00 am y 8:30 am, mi agenda incluye: 1) Enviar el correo, 2) Asegurar que el artículo se publicó bien, 3) Actualizar los enlaces en la cuenta de Linktree, 4) Asegurar que el post de Instagram se publicó bien, 5) Compartir la publicación en Facebook (en la página de Eslabones de Negocio, en el grupo de Eslabones de Negocio y en mi perfil personal), y 6) Compartir la publicación en Linkedin.

Muchas de estas cosas pueden ser automatizadas con recursos adicionales, lo que facilita mi tarea. Pero otras exigen la disciplina de hacerlo.

Si una semana no alcanzo a hacer el lunes lo que me he propuesto para ese día, debo ajustar mi agenda para asegurarme que entre martes y miércoles puedo incorporar las tareas pendientes necesarias para poder publicar siempre cada jueves, a las 7:30 am.

 Y eso se repite cada semana.

Para eso, debo ejercitarme en la disciplina.

Algunas semanas estoy tremendamente motivada e inspirada. Pero otras semanas no tanto. Es el ejercicio de la autodisciplina lo que me permite ser persistente y seguir adelante.

Puedes aprender sobre cómo ejercitar la autodisciplina en un artículo anterior en el siguiente enlace: Lo logré, soy mi propio jefe… ¿Y ahora qué?

¿Cómo he desarrollado la persistencia necesaria para alcanzar esta meta de la publicación 100?

Te resumo lo que he aprendido en mi recorrido por el mundo del blogging a lo largo de estos 100 artículos:

  1. Cada paso hacia adelante cuenta.
  2. Lo importante no es siempre correr, sino no abandonar el camino.
  3. Cuando tengo motivación, aprovecho para adelantar más.
  4. Cuando no tengo tanta motivación, me apoyo en la autodisciplina.
  5. Si debo detenerme o equivoco camino, no pierdo tiempo buscando culpables o sintiéndome mal por ello. Trato de retomar fuerzas y enderezar el sendero.
  6. Busco apoyo en personas que se preocupan por mí, se interesan por mi proyecto y me empujan hacia adelante.
  7. Me enfoco en el próximo objetivo inmediato o sub-meta, sin perder de vista la meta final.
  8. Cuando, a pesar de todo, no puedo motivarme ni auto disciplinarme, sencillamente tomo distancia, descanso, recupero fuerzas y retomo al día siguiente o en un par de días.
  9. Trato de ser flexible y ajustar el camino a medida que avanzo, si es necesario, para incorporar nuevos objetivos que puedan ir apareciendo.
  10. Escucho a quienes me acompañan en el camino (en este caso tú, que siempre me lees y me apoyas) y hago los ajustes que hagan falta para que mi recorrido satisfaga sus objetivos también.

Enfócate en tu sueño y trabaja con persistencia y constancia, disfrutando cada paso que das hacia el logro de tu objetivo. Con eso, lograrás la meta. Recuerda que la persistencia es una actitud que ayuda al emprendedor.

Enfócate en tu sueño y trabaja con persistencia y constancia, disfrutando cada paso que das hacia el logro de tu objetivo. Con eso, lograrás la meta Clic para tuitear

La imagen de este artículo es un collage digital sobre fotos de Depositphotos.

2 comentarios sobre “La persistencia: una actitud que ayuda al emprendedor

  1. Excelente artículo El análisis está ajustado a la realidad y das recomendaciones brillantes. De esas losnounto 5 ,8 y 9 son primordiales.
    Felicitaciones Celia .
    Seguiré tus consejos.!!
    Saludos TERESIANA !!
    Belkys Vásquez

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