Responsabilidad Social Empresarial: tarea de empresarios de todos los tamaños
Los acontecimientos mundiales en este momento me han inspirado a escoger este tema acerca de la Responsabilidad Social Empresarial. Estamos viviendo en un momento de gran incertidumbre y cambios a consecuencia del Covid-19, y esto nos afecta a nivel individual y a nivel de nuestros negocios.
«Crear un negocio fuerte y construir un mundo mejor no son metas contradictorias: ambas son ingredientes indispensables para el éxito a largo plazo»
William Clay Ford Jr.
Ser pequeño no es excusa
Los cambios nos están obligando a definir ajustes en nuestras estrategias, están modificando nuestros mercados y nuestros consumidores.
Si este cambio será permanente o temporal realmente no lo sabemos aún. No obstante, tiendo a pensar que, aunque el balance retorne pronto (que es lo que deseamos), el hecho de pasar a nivel mundial por esta experiencia posiblemente va a definir cambios permanentes en muchas cosas tal y como las conocemos hoy en día, incluyendo aspectos que impactan a nuestros negocios.
Me gustaría pensar que uno de los cambios que veremos sea una mayor toma de conciencia global. Esto me llevó a pensar en el tema de la Responsabilidad Social Empresarial, también conocida como RSE o RSC (Responsabilidad Social Corporativa), o CSR por sus siglas en inglés (Corporate Social Responsibility).
¿Qué es Responsabilidad Social Empresarial?
Se conoce como responsabilidad social de una empresa a la contribución activa, voluntaria y sostenida en el tiempo al bienestar y mejoramiento económico, social, ambiental y de la calidad de vida de las comunidades a las que impacta.
Tiende a existir la percepción de que las grandes corporaciones son las que primariamente tienen el peso de esta responsabilidad y son quienes más deben contribuir con la sociedad y el ambiente. Sin embargo, las empresas pequeñas y medianas, así como las microempresas compartimos esta responsabilidad. El esfuerzo es de todos, cada uno a la medida de sus posibilidades.
Ser pequeño no es una excusa que nos exime de la Responsabilidad Social.
Responsabilidad Social Empresarial no es solamente cumplir la ley
La Responsabilidad Social Empresarial incluye decisiones y actividades que trascienden lo que se exige por ley. Va más allá. Por ejemplo, seguir las normas éticas y legales de tu país y tu sector de negocio, con tus clientes, tus empleados y todos tus relacionados no es Responsabilidad Social Empresarial. No obstante, eso solo califica como hacer correctamente lo que te corresponde.
La Responsabilidad Social Empresarial se manifiesta cuando haces un esfuerzo extra y se realizan actividades adicionales, más allá de lo que se exige por ley. Por ejemplo, cosas que benefician a tus trabajadores, otros grupos de interés o el medio ambiente y demuestran una genuina preocupación por el crecimiento de todos. En otras palabras, una primera característica de la Responsabilidad Social Empresarial es que trasciende de forma voluntaria los requisitos legales, aportando más a sus empleados, consumidores, comunidades que impacta y medio ambiente.
Responsabilidad Social Empresarial no es realizar actividades aisladas.
La Responsabilidad Social Empresarial involucra actividades continuas, recurrentes, de la empresa, más que iniciativas esporádicas. Por supuesto, realizar una donación de vez en cuando, ofrecer un beneficio especial a tus empleados alguna vez, hacer una labor voluntaria comunitaria especial, son todas tareas muy loables y positivas, que benefician a tu negocio, a ti y tus empleados y a las comunidades a las que van dirigidos estos esfuerzos. Sin embargo, no pueden considerarse como una política de Responsabilidad Social Empresarial a menos que se trate de un esfuerzo continuo, consistente y que obedece a una planificación y una política.
En ese sentido, otra característica de la Responsabilidad Social Empresarial es que forma parte de una política y es un esfuerzo intencional, planificado, consistente y sostenido en el tiempo.
La Responsabilidad Social Empresarial tiene diversas aristas y cada una implica actividades de diversa índole. No es necesario que, en un principio, manejes todas las áreas de una sola vez. Primero, puedes comenzar con trabajar planes consistentes en alguna de las áreas y progresivamente ir incorporando nuevas medidas que afecten a otros sectores. Esto porque, aunque es positivo para la empresa, el desarrollar y mantener una política de Responsabilidad Social Empresarial exige tiempo y recursos y tampoco debes afectar tu emprendimiento de forma descontrolada. Un paso a la vez.
Comienza con tu plan de Responsabilidad Social Empresarial a lo interno.
Podría pensarse que es más fácil iniciar con alguna obra de caridad, por ejemplo, que impacte de forma más masiva a la comunidad en la que desarrollas tu emprendimiento. Sin embargo, realmente obtendrás mayor beneficio si comienzas por implementar políticas dentro de tu emprendimiento, a nivel de tu operación interna y tus colaboradores.
A lo interno, hay dos áreas sobre las cuales puedes tomar decisiones bastante inmediatas:
- Decisiones que afectan a tus colaboradores
- Decisiones que afectan tu uso de recursos
Responsabilidad Social hacia tus colaboradores.
Debes tener una política laboral que garantice los derechos humanos y derechos que por ley les corresponden. Por ejemplo, pagando salarios justos, ofreciendo condiciones adecuadas de trabajo, tanto en cuando a infraestructura física como a cultura organizacional, asegurando oportunidades justas que reconozcan los méritos laborales y profesionales, sin cabida para agresiones y abusos.
Adicionalmente, puedes desarrollar políticas que contribuyan a que tus colaboradores sientan mayor compromiso y se sientan más identificados con tu empresa. Por ejemplo, esto implica el establecimiento de políticas de evaluación y reconocimiento de logros, políticas de formación y apoyo al desarrollo profesional, flexibilidad y asistencia para la solución de situaciones graves personales.
Todo aquello que ayude a que tus empleados se sientan reconocidos, valorados y apoyados contribuirá a que desarrollen un mayor compromiso y trabajen por las metas de tu negocio con mayor ahínco. En última instancia, esto beneficia la productividad de tu empresa.
Responsabilidad Social en el uso de recursos.
Involucra tomar decisiones que aseguren el uso responsable de recursos y la reducción de desperdicios. Por ejemplo, políticas de uso y ahorro de la energía eléctrica (uso de equipos y luces de bajo consumo, establecimiento de horarios), ahorro del agua, política de cero desperdicio en el uso de papel e impresión de documentos, aprovechamiento del espacio físico, reducción del uso de plásticos. Y también en el manejo de desperdicios, estableciendo políticas de reciclaje.
Estas políticas en el uso de recursos benefician de dos formas. Por una parte, afectan positivamente de forma inmediata tus costos, ya que el desperdicio de recursos te cuesta. Al mismo tiempo, estás contribuyendo de forma responsable y sostenible con el medio ambiente de forma general. En este sentido, el control de recursos es una medida a lo interno que tiene un impacto a lo externo.
Luego tenemos las políticas que afectan a lo externo de la organización, a tus relaciones con tus clientes, proveedores y las comunidades en las que tu emprendimiento se inserta.
Responsabilidad Social con tus clientes y consumidores.
Cuando hablamos de políticas de Responsabilidad Social que afectan a tus consumidores, lo más inmediato es la transparencia y la ética. Por supuesto, el ofrecer productos y servicios de calidad a un precio justo (que sea adecuado al producto y al mercado y te permita un margen razonable de beneficios) es la premisa fundamental. Sin embargo, involucra otros elementos como por ejemplo tus políticas de comunicación, dando información honesta y certera al consumidor. Adicionalmente, puede incluso extenderse aún más. Por ejemplo, mediante la organización de actividades gratuitas que enriquezcan la experiencia de tus clientes con tus productos o servicios, tales como cursos, entrenamientos, demostraciones, que les permitan conocer mejor tus procesos y los beneficios de los productos y servicios que ofreces.
El beneficio directo de esto para tu emprendimiento es el refuerzo de la relación con tus clientes y su lealtad hacia tus productos y servicios, lo que por supuesto impactará de forma positiva en tus ventas.
Responsabilidad Social con tus proveedores.
Tus políticas de selección y manejo de proveedores reflejan también la Responsabilidad Social de tu empresa. En la medida en que seleccionas proveedores de materia prima, productos y servicios que también sean socialmente responsables, te integras a una comunidad de negocios con una misma visión que va más allá de su beneficio económico.
Selecciona proveedores que sigan tus mismos principios de cuidado y sostenibilidad. En consecuencia, que sean justos con sus colaboradores, que ofrezcan calidad a precio justo, que tengan condiciones de negociación justas.
Esto, impacta de forma inmediata la calidad de los productos y servicios que ofreces. En consecuencia, refuerza los valores que a través de tu política de Responsabilidad Social estás tratando de transmitir a lo interno y a lo externo. Finalmente, esto te permite ser coherente de forma más integral.
Responsabilidad Social con la comunidad
Finalmente, tenemos entonces las actividades que impactan más allá del micro mundo de tu emprendimiento y afectan a la sociedad en general, a las comunidades que son más cercanas a tu negocio.
Aquí no nos referimos solamente a caridad o donaciones. Hay una gran cantidad de esfuerzos que pueden de forma continua devolver a tu comunidad el apoyo que te brinda. Por ejemplo, desde realizar voluntariado con organizaciones de la comunidad, hasta apadrinar iniciativas de todo tipo (escuelas, personas destacadas, parques, eventos), crear premios o reconocimientos a miembros de la comunidad, auspiciar concursos, crear eventos. La lista es tan larga como tu creatividad y las necesidades de tu comunidad lo permitan.
Cuando hablamos de pequeños negocios, muchas veces hablamos de negocios que tienen mayor impacto en su entorno más inmediato. Por ejemplo, mucho se habla del apoyo a la empresa local, a los artesanos, emprendedores y profesionales de la comunidad. Por eso, una excelente forma de retribuir a este apoyo es mediante políticas de Responsabilidad Social que los beneficien a ellos también de forma directa. Es un ganar-ganar.
Beneficio mutuo, para la comunidad y para tu emprendimiento
El beneficio en la imagen de tu marca y la lealtad de las personas de las comunidades a las que beneficias con estas iniciativas serán invaluables.
En conclusión, Responsabilidad Social Empresarial involucra transparencia, ética e impacto en la comunidad de forma consistente y planificada.
Si logras desarrollar y seguir políticas de Responsabilidad Social en tu empresa, puedes tener en tus manos una herramienta que impulse el éxito de tu negocio, a la vez que logras dar apoyo a la sociedad en general.
No solo es necesario que tengas estas políticas. Asimismo, es necesario que las comuniques, a lo interno y a lo externo, para que trabajen a favor de tu imagen y la credibilidad de tu negocio. Igualmente, difunde todas las iniciativas en este sentido a través de los diversos medios que utilices para comunicarte con tu mercado.
Es tarea de todos
En estos momentos en que debemos revisar nuestras estrategias para salir adelante luego del gran impacto del Covid-19 en todas partes, asegúrate de revisarlas en un entorno en el que la Responsabilidad Social Empresarial prevalezca. Mientras tanto, te invito a leer un artículo acerca de la Fundación Dibujando Alegría, una organización que ayuda a niños con labio leporino y paladar hendido en las regiones de Tolima y Casanare, en Colombia.
Collage digital sobre foto de Kaique Rocha de Pexels