Visión del emprendedor: la capacidad de verse en el futuro

Visión: capacidad de verse en el futuro

¿Cómo definir la visión de tu emprendimiento para mejorar las probabilidades de éxito?

Cuando compramos, construimos o alquilamos una vivienda, generalmente cuando la vemos por primera vez nos toca imaginar lo que será nuestra vida allá. Cómo lucirán nuestros muebles, dónde ubicaremos a cada miembro de la familia, cómo aprovecharemos el espacio, cómo lucirá decorado a nuestro gusto. La decisión de adquirirla o no, muchas veces está determinada por nuestra capacidad de imaginar esa vida futura en ese espacio.

A veces, ese ejercicio de visualización es sencillo. Cuando la vivienda actual ya se parece mucho a lo que queremos, nos resulta fácil ubicarnos. Otras veces, el estado actual en que se encuentra la vivienda, o el nivel de detalle de los planos, o nuestra incapacidad para entenderlos, nos hace difícil visualizar cómo va a quedar y nos imposibilita vernos viviendo allí y sentir las emociones asociadas.

Si preguntamos a expertos en bienes raíces, seguramente coincidirán en que algunas veces se caen ventas porque los clientes no logran visualizar los cambios necesarios y el futuro de una vivienda que, no obstante, podría tener mucho potencial con algunos ajustes.

Esa capacidad de imaginar un futuro posible, a partir del presente, es la capacidad de visualizar. Es la visión, la capacidad del emprendedor de verse en el futuro con detalles, como si lo estuviera viviendo.


“La visión es el arte de ver lo que es invisible para otros”

Jonathan Swift

Si prefieres, puedes escuchar el audio completo del artículo en el siguiente enlace:


Los emprendedores en general han desarrollado una mejor capacidad para ver en las oportunidades lo que otros no ven tan fácilmente. Es el primer paso para poder iniciar nuestros emprendimientos.

La visión se define como la capacidad de ver algo en tu imaginación, algo que ves en tu mente, que logras soñar, aunque no sea una realidad física aún. Implica la habilidad de imaginar un futuro posible.

La visión es la capacidad del emprendedor de verse en el futuro

Para el emprendedor esta visión es lo que lo conduce a incursionar en su área de negocio y a apostar a su posible éxito. Muchas veces, el emprendedor ve algo que los demás no alcanzan a ver. Y eso lo motiva a trabajar en su idea de emprendimiento.

Cuando conversamos sobre el “Plan esencial de negocios”, una de las preguntas claves que se requiere responder es justamente esa Visión. En ese momento decíamos que la visión describe tu sueño. Lo que deseas que tu emprendimiento llegue a ser. Establece una expectativa del ideal hacia dónde te diriges.

La visión describe tu futuro. Lo que quieres ser. Es una declaración de la aspiración de tu empresa. El objetivo de la visión es Inspirar: ¿Cómo ves a tu emprendimiento en el futuro? (Puedes encontrar ese artículo y el formato para el plan esencial en el siguiente enlace: Mi plan esencial: Parte 1: ¿Por qué? – Definiendo mi sueño).

Si bien, en ese formato incluimos la esencia o resumen de esa visión, el éxito en desarrollarla y, sobre todo, en transmitirla a otros para que sea de utilidad implica un trabajo más vasto. Y de eso quiero conversarte en el día de hoy.

La visión del emprendedor debe inspirar a los demás para que crean en su proyecto. Debe inspirar y motivar a sus colaboradores, clientes, suplidores. Mientras más personas logren entender, visualizar e internalizar su visión, más fácil será conducir el negocio hacia el puerto deseado.

Para esto, no obstante, es indispensable ser capaz no solo de visualizarlo personalmente, sino de plasmarlo en palabras que puedan ser adecuadamente transmitidas, para que los demás puedan compartir la visión.

Posteriormente, el siguiente paso es convertir esa visión en una realidad, mediante planes, estrategias y ejecuciones que conduzcan en la dirección correcta.

Si no sabemos hacia dónde vamos, difícilmente podemos encaminarnos bien, y posiblemente nunca lleguemos.

La visión hay que definirla con detalle.

Tenemos que sentirla. Imaginar dónde vemos nuestra empresa en unos años. No sólo describirla de forma general, sino ir a lo profundo: ¿Cómo nos sentimos en ese momento? ¿Cómo se sienten nuestros colaboradores y relacionados? ¿Qué se dicen de nosotros nuestros clientes? ¿Cómo interactúa nuestro trabajo con nuestra vida personal?

A lo largo de los años ha habido diversas tendencias y recomendaciones para lograr esta descripción detallada y, sobre todo, para lograr transmitirla a otros.

Una de las herramientas más usuales es lo que se conoce como “Vision statement” o “Declaración de valor”, que es generalmente una sola frase que resume cómo imaginas a tu empresa en unos años.

Otros proponen herramientas más visuales, como el “Vision board” o un “Tablero de imágenes”, el cual propone una base pictórica antes que verbal, para transmitir la visión del emprendedor.

Algunos indican que una sola frase es insuficiente, otros que las imágenes tienden a ser interpretadas de maneras diferentes por diferentes personas tergiversando su significado original por el cual fueron seleccionadas para representar la visión.

Recientemente me he tropezado con el enfoque propuesto por Cameron Herold, quien habla del “Vivid Vision”, visión vívida, la cual constituye un documento de unas 3 o 4 páginas que describe en detalle la visión del emprendedor de forma tal que pueda ser fácilmente transmitida y entendida por los demás.

Cameron Herold propone iniciar de un mapa mental que analiza cada arista del negocio y lo imagina en un período de 3 años. Te motiva a pensar cómo ves a tu emprendimiento en 3 años. A diferencia de otros, que proponen 5 años, este autor indica que 3 años es un período suficientemente manejable para lograr imaginar un sueño realizable, pero suficientemente arriesgado y diferente. A menos tiempo, se convierte en un objetivo, poco motivante, y a más años los riesgos de la incertidumbre se incrementan enormemente.

Si te interesa conocer directamente el enfoque de este autor sobre el “Vivid Vision”, acá te dejo un enlace a su libro que recientemente acabo de finalizar de leer:

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En su libro propone algunos ejemplos de Visiones Vívidas que ha trabajado con sus clientes y el nivel de detalle de cómo se visualizan y describen es realmente extraordinario. No deja lugar a dudas y permite ubicarse 100% en esa visión dentro de 3 años.

No todos tienen esa capacidad de inventar el futuro en términos que se propongan cambios importantes, acordes con un sueño, con potencial de cambiar las vidas de muchos. Esta es una de las grandes habilidades del emprendedor y que lo diferencia de otros profesionales.

El emprendedor puede visualizar en la piedra la obra que oculta para ser tallada o su uso potencial en la construcción de algo nuevo, mientras que otros ven en ella solamente un obstáculo a sacar del camino.

El emprendedor puede visualizar en la piedra la obra que oculta para ser tallada o su uso potencial en la construcción de algo nuevo, mientras que otros ven en ella solamente un obstáculo a sacar del camino. Clic para tuitear

Enfoques para definir la Visión o la capacidad del emprendedor de verse en el futuro

Muchos proponen definir la visión a partir de lo que tienes actualmente. ¿Qué puedes construir con tus recursos? Partir del “hoy” e imaginar el “mañana” aprovechando los recursos con que cuentas.

Otros, consideran que es más osado y con mayores probabilidades de éxito definir la visión a partir de la meta a dónde quieres llegar, independientemente de los recursos y situación actuales. Y planificar en base a ello para poder alcanzarlo.

En lo personal, creo que el enfoque debe incluir ambas cosas. Por supuesto es necesario partir de la realidad, porque es aquello con lo que contamos y sobre lo que podemos construir. Pero no debemos permitir que esa realidad nos limite. El truco está en salir lo suficientemente de la zona de confort como para proponer un sueño que vaya más allá de lo que podemos alcanzar de forma sencilla con los recursos actuales.

Si el destino es muy fácil de alcanzar, no es suficientemente motivante ni establece una base para la diferenciación. Si el destino es muy lejano o distante, puede ser sencillamente inalcanzable y solo logrará generar frustración.

Aprendiendo a visualizar

Aunque los emprendedores han desarrollado naturalmente esta mejor habilidad de visualizar a futuro, no significa que no pueda perfeccionarse o que, si la tienes muy incipiente, no puedas aprenderla y mejorarla.

Como todo esfuerzo y aprendizaje puede tomarte algún tiempo, pero una vez lo logres realizar, la visión que tengas de tu emprendimiento será sólida, clara y motivadora.

Te resumo a continuación el proceso que propone Cameron Herold en el libro que tu sugiero. Me pareció muy detallado y sencillo.

  1. Destina un espacio y tiempo cómodo y adecuado. Desvincúlate por unas horas, planificadamente, de tus rutinas diarias y elige un ambiente relajado y cómodo, sin distracciones posibles.
  2. Cierra tus ojos y trata de pensar en ti y en tu emprendimiento en 3 años. No pienses cómo está ahora. Concéntrate en cómo quieres que sea en 3 años. Así sea muy diferente a lo que tienes actualmente.
  3. Utiliza todos los sentidos. Aunque inicialmente partimos de lo más racional, trata de ir profundizando y desarrollando niveles cada vez más internos. No imagines sólo cómo es. Imagina cómo te sientes. Trata de recrear ese sentimiento. Si es posible, trata de recrear en tu mente incluso sensaciones, olores, sonidos, todo lo que te acerque lo más posible a estar realmente “viviendo” ese momento de tu futuro posible. Recuerda que tu visión es la capacidad de verte en el futuro como si lo estuvieras viviendo.
  4. Haz pausas y toma notas de lo que vas descubriendo. Toma notas cortas. No te preocupes por ahora en redactarlo bonito. Lo suficiente como para que en tu siguiente revisión del documento logres aprehender nuevamente ese momento.
  5. Una vez hagas el ejercicio con tu persona y tu negocio en general, ve repasando cada área de tu negocio de la misma forma. Imagina a tus empleados en 3 años, a tus clientes, tus reuniones de trabajo, tus conversaciones con suplidores. Visualiza las noticias sobre tu emprendimiento en los medios, la evolución de las finanzas de tu negocio, las nuevas áreas en que puedes incursionar.
  6. Para cada área de tu negocio, toma una pausa, toma nota y luego continúa con la siguiente.
  7. Cuando termines ese ejercicio. Déjalo reposar por uno o varios días.
  8. Retómalo un par de días después y con una mente ya más analítica, completa lo que creas que falta, ajusta nuevas cosas que se te hayan ocurrido, y prepara un documento en limpio y organizado.
  9. Con ese documento, debes redactar tu documento que describa tu visión vívida. Si tienes habilidades buenas de escritura hazlo tú. Pero puedes también recurrir a un profesional que tenga la capacidad de escribir un documento claro y motivante.
  10. Comparte ese documento con todos tus relacionados, dentro y fuera de la empresa. Hasta que todos comprendan hacia dónde están yendo. Utilízalo como una herramienta de trabajo. No como una decoración en tu pared.
  11. Revísalo regularmente. Destaca en color las cosas que has ido logrando para que puedas ir viendo progresivamente cómo tu visión se va convirtiendo en realidad.
  12. Cada 3 años, aproximadamente (a menos que causas mayores generen cambios radicales) revisa el documento en profundidad y realiza nuevamente el ejercicio, para los siguientes 3 años de tu empresa.

Mientras más te enfoques en visualizar el futuro de tu negocio y, sobre todo, en compartirlo, más fácilmente podrás desarrollar estrategias que te conduzcan allá.

Una visión detallada, compartida y alineada es la mejor herramienta para navegar en la dirección correcta y llegar a destino con éxito.

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Referencias

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