3 estrategias para disminuir el miedo del emprendedor a sentirse fracasado

miedo del emprendedor a sentirse fracasado

En un artículo anterior conversamos acerca de los miedos que enfrentan los emprendedores. Los clasificamos, los listamos y conversamos brevemente de cada uno de ellos (Si no lo has leído aún, puedes accederlo en este enlace: La rueda de los 8 miedos del emprendedor). El artículo de hoy comienza una serie en la que dedicaré un artículo completo a cada uno de los 8 miedos que identificamos en ese momento. Vamos a conversar hoy sobre el miedo que siente el emprendedor a sentirse fracasado, que obstaculiza su habilidad de tomar decisiones para moverse hacia sus objetivos.


“Es difícil fracasar, pero es peor nunca haber tratado de lograr el éxito”

Theodore Roosevelt

Si prefieres, puedes escuchar el audio completo del artículo en el siguiente enlace:


Cuando experimentamos miedo de sentirnos fracasados, estamos anticipando el malestar que involucra el no lograr los objetivos que deseamos. Es la anticipación del malestar por el fracaso lo que nos detiene, incluso a veces más que la posibilidad del fracaso en sí mismo.

¿Qué es el fracaso?

Comencemos por entender qué significa fracasar. La Real Academia Española define Fracaso como:

Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio.

Con resultado adverso entendemos un resultado desfavorable, contrario a lo que se esperaba.

Sin embargo, hoy estamos hablando del miedo a “sentirme fracasado» y no solamente a miedo al “fracaso” per se.

Es decir, no solamente tengo miedo de que las cosas salgan mal, sino que tengo miedo de que me voy a «sentir fracasado”.

El sentimiento de fracaso te hunde y te dificulta volver a intentar las cosas.

En consecuencia, el sentirse fracasado, implica “sentirse desacreditado a causa de los fracasos padecidos en sus intentos o aspiraciones”. Como no queremos sentirnos desacreditados ante otros, desarrollamos un temor irracional y persistente de equivocarnos ante los demás.

Así, comencemos por aceptar que el miedo al fracaso tiene varias aristas:

  1. Objetiva: referida a hechos: El miedo a no alcanzar el objetivo (fracasar)
  2. Subjetiva: referida a tu mundo interno: El miedo a sentirnos mal por no alcanzar el objetivo (sentirnos fracasados)
  3. Social: referida a cómo nos ven los demás: El miedo a que otros nos desacrediten por no alcanzar el objetivo (ser vistos como fracasados)

La magia de la estadística

Reconozco que soy un ser extraño en lo que se refiere a la estadística. Mientras a la mayoría de mis colegas psicólogos, gerentes y emprendedores les desagrada la estadística, a mi siempre me ha gustado y me parece que es un recurso maravilloso para nuestra toma de decisiones.

En particular, todo aquello referido a las probabilidades es un tema que dentro de la estadística asusta y causa rechazo. Si alguna vez te tocó estudiar estadística, tal vez te identificas con este sentimiento (o tal vez no).

Pero, la teoría de probabilidades tiene conceptos claros, contundentes y sumamente útiles para nuestro día a día.

Vamos a tratar de simplificarlo para entender mejor cómo un concepto estadístico puede ayudarnos en la reducción de este miedo.

El objetivo que estamos tratando de conseguir con la decisión que debemos tomar vamos a considerarlo un “evento”.

De acuerdo con la teoría de probabilidades, cada evento tiene una probabilidad de éxito y una probabilidad de fracaso. Frente a cualquier decisión para alcanzar nuestro objetivo, siempre nos exponemos a una probabilidad de que el objetivo se alcance (éxito) y otra de que no se alcance (fracaso).

El asustarnos ante la probabilidad de fracasar tiene dos posibles causas:

  1. No conocemos las probabilidades de éxito y fracaso
  2. La probabilidad de fracaso es muy alta

En consecuencia, la mejor forma de reducir el temor a sentirnos fracasados es reducir la probabilidad de fracasar y aumentar la probabilidad de tener éxito.

Las probabilidades de éxito y fracaso siempre suman 100%. Mientras más aumentamos una, más se reduce la otra.

Tan sencillo como eso.

La principal tarea para reducir este miedo es, entonces, hacer todo lo que esté en nuestras manos para aumentar la probabilidad de éxito. Automáticamente, la probabilidad de fracaso va a verse mermada.

A mayor probabilidad de éxito, menos riesgo en tomar la decisión. Por ende, menos miedo a equivocarnos.

Así que: Estrategia #1 para reducir tu temor a sentirte fracasado: Incrementar las probabilidades de éxito, para que el temor al fracaso sea menor.

¿Cómo incrementas la probabilidad de éxito?

Básicamente, trabajando en la planificación adecuada y reduciendo los niveles de incertidumbre. Planificación e información son las claves.

  1. Planifica adecuadamente, con lujo de detalles. Deja lo menos posible en manos del azar y coloca lo más posible bajo tu propio control.
  2. Fija objetivos intermedios que te conduzcan a la meta final y que puedas ir alcanzando progresivamente. De esta forma puedes ir haciendo ajustes si es necesario e incrementar la probabilidad de alcanzar el objetivo.
  3. Has un análisis de escenarios y un árbol de decisiones. Analiza todas las posibles cosas que puedan ocurrir y prepara planes para cada escenario. Evalúa cual es el mejor escenario, el que tiene mejores probabilidades de tener éxito en el logro del objetivo. Vamos a llamar a este escenario el A. Pero, no trabajes solo en el plan A. Prepara un plan B y, si es necesario un plan C, o todos los que hagan falta.

Mientras mejor planifiques y más información trates de obtener acerca de la situación y analices las opciones, estarás reduciendo los niveles de incertidumbre y, en consecuencia, aumentando la probabilidad de alcanzar el éxito.

Y cuando logras aumentar las probabilidades de alcanzar el éxito ¿Qué ocurre?… Efectivamente, la probabilidad de fracaso se reduce automáticamente.

Y si la probabilidad de fracasar es menor, tu miedo a fracasar es menor.

Prepárate para fallar.

En tu análisis de escenarios, no dejes nunca de considerar el peor escenario. ¿Qué es lo peor que podría pasar si fracasas? ¿Cuáles son las posibles consecuencias negativas en tu negocio si no alcanzas el objetivo?

Y entonces, trabaja siempre también un plan (C, D, o Z, como quieras llamarlo) para enfrentar este peor escenario.

Trabaja para acertar, pero prepárate para fracasar. De esta forma, además de incrementar las probabilidades de alcanzar tu objetivo (éxito) sabes de antemano cómo actuar en caso de que el evento de fracaso ocurra.

Aunque la probabilidad del fracaso sea bajita porque has hecho tu tarea y has preparado un plan excelente y detallado y puedes enfrentar todas las contingencias. Igual, prepárate para fallar. Que esta posibilidad no te agarre desprevenido.

Si sabes cómo actuar en caso de que fracases, tu miedo a fracasar es menor.

Estrategia #2 para reducir tu temor a sentirte fracasado: Prepararte para la eventualidad de que el fracaso ocurra. Si no te agarra desprevenido sentirás menos miedo (Como aquel dicho popular que dice: «guerra avisada no mata soldados«)

Cambia las connotaciones del concepto de fracaso

Aunque el fracaso siempre se definirá como el “resultado adverso, desfavorable o contrario a lo esperado”, enfócate solamente en que es “contrario” a lo esperado (no logras en éxito) pero elimina de tu mente las connotaciones negativas de ser “adverso” y “desfavorable”.

Cambia la connotación negativa de fracaso por una asociación de fracaso con aprendizaje. Así tendrás cada vez menos miedo de fracasar.

Debes entender que el fracaso en algunos proyectos es parte de la vida y que a todos nos ocurre en algún u otro momento.

Nadie ha tenido éxito SIEMPRE. Nadie puede decir que NO HA FALLADO NUNCA.

De modo que, reformula el fracaso. Deja de ver el fracaso como el fin del mundo y comienza a verlo como una experiencia que te permite aprender y crecer.

El fracaso es necesario y nos da lecciones. De cada caída aprendemos.

El fracaso forma parte de la vida. Es inevitable. Alguna vez aparecerá. Solo puedes trabajar para reducir su probabilidad y evitar que ocurra con frecuencia. Pero nunca podrás llevar la probabilidad de fracaso a 0 en todas tus decisiones.

No le huyas a la posibilidad de fracaso. Cuando huyes del fracaso, realmente estás dejando de lado la posibilidad de tener éxito.

Cambia tu concepto de sentirte fracasado y comienza a aceptar que fracasado no es el que falla, sino el que no intenta. Piensa en que te sentirás mucho peor cuando te arrepientas de nunca haber intentado.

Investigando para escribir este artículo, di con una frase que me encantó: “El fracaso es un camino equivocado hacia la meta”. Visto así, lo que toca es corregir el camino para enrumbarnos de nuevo en la dirección correcta.

Estrategia #3 para reducir tu temor a sentirte fracasado: Eliminar el drama y las connotaciones negativas del fracaso. Acepta que no es el fin del mundo y que a todos nos ocurre algunas veces en la vida.

Acepta la realidad de que nadie es perfecto. Elimina el drama de la situación de fracaso y no le huyas a la posibilidad de fracaso. Enfréntala con herramientas de planificación y preparación. Con estas estrategias lograrás reducir el temor a sentirte fracasado.

No permitas que el miedo te paralice.

Referencias:

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