La rueda de los 8 miedos del emprendedor

Los miedos del emprendedor

La semana pasada te dije que los miedos son los enemigos de las oportunidades, puesto que si te aferras a ellos nunca las aprovechas (Lee el artículo en este enlace: Que no te deje el tren de las oportunidades). Sin embargo, aunque los miedos son enemigos de las oportunidades no necesariamente son enemigos tuyos. Puedes considerarlos más bien unos vigilantes que te alertan de posibles situaciones de peligro. Hoy vamos a conversar sobre lo que he denominado «La rueda de los 8 miedos del emprendedor».


“El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista el miedo”

Nelson Mandela

Si prefieres, puedes escuchar el audio completo del artículo en el siguiente enlace:


Los miedos del emprendedor son un sistema de alerta

Sentir miedo es positivo y es absolutamente normal. El que nunca haya sentido miedo que levante la mano.

Sentir miedo no te convierte en un cobarde ni en una persona débil.

Sentir miedo significa que eres una persona normal, que tiene sus sistemas de alerta funcionando bien para mantenerse a salvo de peligros o riesgos.

El miedo nos obliga, siempre, a detenernos y pensar.

El problema no es el miedo. El problema se origina cuando nos quedamos detenidos y pensando y el miedo nos impide decidir y continuar, una vez hemos ponderado la situación.

El miedo se dispara ante lo desconocido. Nos aleja de cometer imprudencias y nos aterriza a las realidades.

Cuando somos emprendedores, lo desconocido y la incertidumbre nos acompañan todo el tiempo. Por eso, surge el miedo.

Cuando somos empleados, por supuesto siempre hay también una incertidumbre, pero tendemos a tener más certeza sobre qué se espera de nosotros, cuándo obtendremos nuestro pago, cuánto nos pagarán, cuáles son las reglas, etc.

Lo desconocido forma una gran parte de la vida del emprendedor. Y eso genera miedo. El percibir que no tenemos control es causante de la aparición de los miedos del emprendedor.

Lo desconocido forma una gran parte de la vida del emprendedor. Y eso genera miedo. El percibir que no tenemos control es causante de la aparición de los miedos del emprendedor. Clic para tuitear

Pero, los emprendedores estamos cargados de adrenalina y aparentemente toleramos y manejamos mejor el miedo, por eso nos hemos atrevido a emprender por nuestra cuenta.

La rueda de los 8 miedos del emprendedor

Luego de revisar diversas fuentes y encontrar listados desde 6 hasta casi 30 miedos que enfrenta el emprendedor, los he organizado según áreas o tópicos y te presento lo que he llamado: La rueda de los 8 miedos del emprendedor.

Los miedos del emprendedir

Los miedos en general son respuesta a la incertidumbre que generan los cambios. Estos cambios pueden ser en las condiciones internas de la persona o en las condiciones externas del entorno. En base a eso, he definido dos grandes tipos de temores: 1) Miedo a cómo nos vamos a sentir y 2) Miedo a lo que puede ocurrir.

Miedo a los cambios internos

Nuestra rueda tiene una mitad que contiene los cuatro principales miedos a cambios internos o a experimentar emociones negativas.

Miedo a sentirme fracasado.

El sentimiento de fracaso te hunde y te dificulta volver a intentar las cosas. Cada vez que inicias un proyecto, hay una probabilidad de éxito y una probabilidad de fracaso. La estrategia para superarlo debe ser incrementar las probabilidades de éxito, para que el temor al fracaso sea menor. O también, entender que el fracaso en algunos proyectos es parte de la vida y que a todos nos ocurre en algún u otro momento.

Miedo a ser juzgado.

El miedo al “qué dirán”, a hacer el ridículo, a decepcionar a los demás. Siempre van a existir personas a quienes no les gusten algunas de tus decisiones. La estrategia para superar este miedo es trabajar fuerte en tu autoestima, de manera que lo que los demás piensen de ti no sea la guía de tus decisiones y no te afecte emocionalmente.

Miedo a sentirme incómodo.

Muchas veces, necesitamos salir de nuestra zona de confort para lograr nuestros objetivos. Es posible que tengamos que asumir tareas que nos resultan difíciles, que pasemos por procesos tediosos o burocráticos. Siempre habrá tareas y momentos más difíciles que otros. La estrategia para superar este miedo es tragar grueso y enfrentar el momento. Entender que la incomodidad pasa, que muchas veces es peor en nuestra mente que en la realidad y enfocarnos en el objetivo que queremos lograr y la satisfacción que nos dará haberlo logrado, una vez pasemos el momento difícil.

Miedo a sentirme incapaz.

También llamado el “síndrome del impostor”, este miedo nos conduce a pensar que no estamos suficientemente preparados, que no contamos con los conocimientos y recursos que hacen falta para que el proyecto en cuestión culmine con éxito. Siempre existirán áreas de conocimiento y destrezas que hacen falta y no tenemos. La estrategia para superar este miedo es analizar con detenimiento las competencias requeridas y determinar si es real o no que no las dominamos. Si las tenemos, nos toca convencernos de que sí estamos capacitados para hacerlo. Si no las tenemos, tampoco es el fin del mundo, lo que toca es estudiar y reforzar lo que haga falta, o buscar ayuda en caso de que sean competencias muy especializadas.

Miedo a los cambios externos

La otra mitad de nuestra rueda contiene los cuatro principales miedos a cambios externos, o a que sucedan cosas que no queremos que ocurran, porque prevemos que afectarán negativamente las probabilidades de éxito de nuestro emprendimiento.

Miedo a las pérdidas económicas.

Todo proyecto, negocio, emprendimiento, requiere una inversión de recursos económicos. En este miedo incluimos el miedo a perder la inversión que hemos hecho, a no lograr los suficientes ingresos para confrontar los gastos y compromisos económicos en que incurramos, a no lograr estabilidad económica que nos permita mantener el negocio y generar un ingreso. Siempre es posible que haya algún tipo de pérdida, en algún momento ocurre. Lo importante es que sea una pérdida pequeña y que sea absorbida por los beneficios para que el balance no quede en rojo.

La estrategia para superar este miedo, es prever un plan financiero muy bien elaborado y bien detallado, que contemple todos los gastos y que de forma realista proyecte las posibles ventas. En este caso, mientras más información recolectemos y analicemos del mercado y el consumidor, mayor probabilidad de predecir con mayor precisión las estimaciones financieras del proyecto. A menos que tu área de especialización sea la contabilidad, es muy conveniente en este paso contar con ayuda profesional. El tener sólidas estimaciones financieras contribuirá a reducir tus miedos a las pérdidas económicas.

Miedo a los cambios del mercado.

Las condiciones de los mercados en los que desarrollamos nuestros proyectos cambian constantemente. A veces, los cambios son abruptos e inesperados (qué mejor ejemplo que la actual pandemia que confrontamos hace ya un año). Otras veces, son más previsibles si hacemos nuestra tarea de mantenernos actualizados con la información relevante. Cambios en los mercados los hay. Competidores entran y salen, los gobiernos cambian regulaciones, impuestos, que nos afectan, productos o servicios sustitutos pueden aparecer. Hay muchos cambios posibles, fuera de nuestro control, que pueden afectarnos. Eso genera temor. Hay riesgo. La estrategia para superar este miedo implica contar con una base continua de información que nos permita estar alertas y no ser sorprendidos por los cambios y, al mismo tiempo, contar con una estructura de negocio flexible y estrategias que puedan adaptarse de forma rápida a los posibles cambios.

Miedo a dañar las relaciones.

Llevar adelante un proyecto es posible que no siempre nos permita estar de luna de miel con todos. A veces nos toca tomar decisiones que a otros no les gustan, nos toca delegar tareas y aceptar la curva de aprendizaje que eso implica, nos toca ser líderes y manejar personal, exigirles a proveedores, manejar problemas con los clientes. Un sinnúmero de situaciones en las que exponemos la armonía de nuestras relaciones personales y que, mal manejadas, pueden conducir a muchas rupturas. La estrategia para superar este miedo implica desarrollar la comunicación asertiva. Mediante la asertividad somos capaces de mantener un control emocional en nuestras relaciones y expresarnos de forma de obtener el máximo beneficio para todas las partes involucradas (Puedes leer un artículo anterior sobre esta destreza en el siguiente enlace: Comunicación asertiva para el éxito en los negocios)

Miedo a los problemas de operación del negocio.

Toda operación puede fallar, hasta la más planificada y perfecta. Es un riesgo que siempre existe. Cuando es una operación pequeña, que depende 100% de nosotros, puede fallar. Cuando la operación crece y debemos delegar en nuestros colaboradores, puede fallar. La estrategia para enfrentar este miedo es desarrollar sistemas y controles de calidad que aseguren que logramos minimizar los errores. Listas de chequeo, reuniones regulares de estatus y avances de los proyectos, minutas de reuniones, automatización de lo que sea posible automatizar, son todos hábitos que nos ayudan a blindar la operación de nuestro emprendimiento y hacerla menos vulnerable a cualquier fallo. El contar con esto, nos dará la confianza necesaria para no temer que las cosas pueden salir mal.

Convierte tus miedos en motivaciones

Los miedos son normales e inevitables. Incluso son bienvenidos porque nos enseñan a ser precavidos, pero no debemos dejar que nos paralicen.

Los miedos son normales e inevitables. Incluso son bienvenidos porque nos enseñan a ser precavidos, pero no debemos dejar que nos paralicen. Clic para tuitear

Desde que permitimos que cualquiera de esos miedos que hemos listado evite que tomemos decisiones relevantes, ya comenzamos a perder la batalla.

Si queremos cambiar el miedo, debemos entenderlo en su justa medida de ser un signo de cautela y prevención y utilizarlo como plataforma para seguir adelante.

No alimentes el miedo.

¿Recuerdas en tu infancia cuando cualquier sombra en la pared lucía como el más horrible monstruo? ¿Cuándo el más mínimo ruido nos hacía estar convencidos de que el bicho más feo había entrado a nuestra habitación? Esto ocurría porque percibíamos las señales de cosas desconocidas (ruidos, sombras) y nuestra mente se encargaba de darles forma y hacerlas crecer. Sin querer, estábamos nosotros mismos alimentando nuestros temores.

Lo mismo ocurre con los temores que enfrentamos en nuestro emprendimiento. Si los alimentamos, los convertimos en monstruos invencibles que nos paralizan. Pero muchas veces, la magnitud enorme de dichos miedos está solamente en nuestra mente y, mirándolos racionalmente podemos controlarlos y superarlos.

¿Las mejores estrategias para superar los miedos del emprendedor?

Ya hemos ido viendo cada una a medida que analizamos cada miedo. Pero acá te las resumo:

  • Planifica, planifica, planifica.
  • Busca toda la información que requieras, y un poco más. Y analízala formalmente.
  • Todo esto, para reducir los niveles de incertidumbre en tus decisiones.
  • Mira el mundo con un optimismo realista y no te dejes vencer por el fatalismo.
  • Reconoce tus logros.
  • Pide ayuda cada vez que sea necesario.
  • Trabaja en fortalecer tu autoestima.
  • Estudia y aprende cada día.

Pero, sobre todo, comienza por aceptar a tus miedos y aprender a reconocerlos. Sólo así podrás superarlos.

Collage digital a partir de foto de Depositphotos

Referencias:

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